Está ocupado mirando sus notas y no se da cuenta de que alguien camina rápidamente hacia su oficina. Chocan entre sí, pero Tyler se mantiene firme, siendo mucho más resistente. El otro cae de espaldas. El castaño mira sorprendido, una disculpa ya en sus labios. Cuando ve a la otra persona, su cerebro parece cortocircuito. Frente a él yace el hombre que ha estado en su mente toda la mañana.

 —¿Y bien? ¿Me vas a ayudar a levantarme?— Ríe, un poco sin aliento debido al golpe.

 —Josh— Suspira. Los dos se miran por un momento hasta que el castaño sale de su shock y se acerca para ayudar al pelinegro a ponerse de pie.

 —Gracias. Lo siento, me perdí la reunión de hoy. No me sentía bien esta mañana y me desperté tarde. Luego hubo una tonelada de tráfico. No iba a venir hoy, pero no quería dejarte sufrir solo antes del fin de semana— Josh continúa divagando, pero ninguna de las palabras llega a los oídos de Tyler.

 Cuando los dos se paran, Tyler es golpeado con un aroma abrumador de miel y lavanda. El olor lo rodea y siente que se está ahogando en el dulce aroma. Un aroma tan tentador que está despertando un instinto primario que fue enterrado hace mucho tiempo.

 —¿Tyler?— Josh hace una pausa e inclina la cabeza, mirando a su jefe con curiosidad. —¿Estás bien?

 —¿Por qué ... por qué hueles así?— Inhala profundamente, haciendo contacto visual con su asistente. —¿Por qué hueles tan bien? —Suspira

 El pelinegro muerde su labio inferior en un acto de nerviosismo. Tyler se encuentra inclinado y olisqueando la nuca de Josh. El olor es más fuerte allí y se siente atraído hacia él como una polilla a una llama. Josh da un paso atrás y empuja suavemente al otro.

—Te diré después. Si te digo ahora, no podrás concentrarte— Murmura, alejándose del castaño. Tyler se inclina hacia adelante una vez más, persiguiendo el olor. —Tyler— A pesar de las mejillas sonrojadas de su asistente y su cuerpo ligeramente tembloroso, su voz es severa. 
 —Tienes trabajo por terminar — Se aleja, dirigiéndose a su escritorio

 El castaño le mira por un momento y asiente. Se endereza y camina hacia su oficina. Hace una pausa mientras coloca su mano en la perilla y se da vuelta para mirar a Josh ahora sentado en su escritorio. Su asistente se ve exhausto. 

 —¿Josh? — Le llama suavemente

 —¿Hmm? — Levanta su cabeza para mirar a Tyler.

 —¿Seguro que estás bien? —Una pequeña sonrisa y un asentimiento es lo que obtiene como respuesta. —Bien... gracias ... por venir hoy. No tenías que hacerlo— Muerde su labio

 —Por supuesto que sí— Sonríe —Serías un desastre si no estuviera aquí para arreglar tu vida —Ambos se ríen de eso. Tyler le sonríe antes de ir a su oficina. Se instala en su escritorio y mira su computadora.

 Al menos todo iba bien. El trabajo seguía siendo tedioso como siempre, pero ya estaba acostumbrado. A medida que pasaban las horas, Tyler comenzó a percibir un leve aroma a miel y lavanda. Levanta la vista, esperando ver a su asistente abrir la puerta. Sin embargo, la puerta permanece cerrada y aún puede escuchar el sonido de un teclado afuera.

Pasan más horas y el olor se vuelve más fuerte a tal punto de distraerle. Sacude la cabeza tratando de alejar el magnífico olor, lo cual no logra.

Finalmente, envía el último correo electrónico y hace la última llamada de la noche. Son casi las 10  y no puede esperar para volver a casa. Apaga su computadora y recoge sus pertenencias. Cuando abre la puerta, casi deja caer todo cuando ve a Josh desmayado en su escritorio.

↳ MOON ✿ TYSH ─┈❥ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora