Capítulo 1

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  Y allí me encontraba, con la tenue luz de la luna reflejada en mi rostro, en una noche oscura, bastante fría. Pensativo, reposaba en la pared de ladrillo algo arruinada, en la entrada de un callejón, con una nube de humo que se desprendía de mi boca, pues me encontraba fumando.

   Aquel lugar que estaba habitando, era de los barrios más bajos y jodidos de la gran ciudad, sin embargo, a pesar de que podría tranquilamente cambiarme de domicilio, ya me encontraba cómodo allí, ya saben, la costumbre. Además, vamos, yo era de las criaturas más peligrosas de allí, y era un buen lugar para de vez en cuando ejercer mi profesión. Se que hay gente que vive de robar, a veces eso le lleva a herir a la gente o más, otros también se dedican a secuestrar, a algunos simplemente les gusta la violencia, o cometen otro tipo de actos, más que nada por estar bajo el efecto de ciertos estupefacientes, pero a mí, particularmente, me gusta asesinar...

   Sí, a veces gano cosas con ello, robando a la víctima, o cobrando por matar a alguien en específico, bueno, se me daba muy bien, y para mí no hay placer como ese sufrimiento ajeno, por eso a veces resultaba de tan solo divertirme.

   Pero yo no soy como esos que salen en la televisión, que tienen causas y muchas inculpaciones de muertes, no, yo era muy prolijo en mi trabajo, ajá, pues si quería seguir haciéndolo, tenía que hacerlo bien, ¿no?

   En fin, esa peculiar noche, mientras me relajaba un poco, mientras escuchaba las sirenas de policía, las motos moviéndose de un lado a otro, a la gente gritando, discutiendo y peleando, de la nada las personas en mi ambiente comenzaron a silenciarse un poco, a todos nos había llamado la atención lo mismo. Una joven, estaba invadiendo nuestro territorio, se veía como un borrego perdido, pero no asustado...no se veía como alguien familiar, ni como si buscara a alguien allí, no levantaba su rostro, solo caminaba adentrándose en el barrio. Todos se preparaban para atacar, para hacer lo suyo, parecían hienas a punto de cazar, pero entonces como acto de reflejo, me declare como el primero en reclamar la presa, dirigiéndome hacia ella

-¿Estás perdida preciosa, puedo ayudarte en algo?- le pregunto sonrientemente, casi riéndome, y automáticamente algunos, la mayoría, dejaron de prestarle atención, al mismo tiempo que dije eso, me quite el cigarrillo que tenía en la boca y lo arroje a lo lejos, sin apagarlo.

   Y esperé a que comenzara a huir o algo, pero en vez de ello, se acerco hacia mí, sin levantar la cabeza aun, tenía un saco largo y negro con una capucha tapándole, pero se marcaba su figura femenina y mechones de un largo cabello oscuro se veían caer por su delantera también.

-¿Qué vas a hacerme? – me dijo mientras se acercaba a mí persona.

   Comencé a sonreír más, mientras metía mi mano en el bolsillo superior de mi abrigo, donde guardaba una hermosa navaja automática, bastante afilada, pero antes de contestar o hacer algo, volvió a interrumpirme.

-¿Vas a matarme? – dijo con una voz fría, casi sin sentimientos, no note miedo en ella, y me sorprendí un poco- ¡Mátame, vamos, no me importa!-dijo entonces, casi gritando, desafiante, casi como que realmente lo pedía.

   Que atrevida, eso pensé, realmente me moleste, entonces, en vez de tomar mi navaja, me desvié, y saque de mi bolsillo un encendedor, y con mí otra mano, de mi pantalón, arrime de mi cajetilla otro cigarro.

-¿Por qué debería hacerlo? – pregunté mas malhumorado, mientras me llevaba el cigarrillo a la boca, y comenzaba el acto de encenderlo. La situación comenzaba a volverse rara, y molesta a la vez, la gente alrededor comenzaba a llamarle la atención la escena, pues no se escuchaba mucho a la poca distancia, y comenzaba a pasar mas tiempo de lo normal.

-Porque no quiero vivir- contestó sin más, y entonces me miró directamente a los ojos, al fin pude ver su cara, un rostro muy afeminado, algo pálida, pero del tipo de palidez momentánea que te da por estar enfermo o asustado, una mirada realmente apagada, acompañada por unos ojos color caramelo, no parecía estar bajo el efecto de nada, realmente tenía ojos de muerto, sin expresión de vida.

-Suicídate entonces – le dijo en un tono muy borde, realmente harto ya.

-No quiero, mátame, no me importa, llévate lo que tengo, quítame la vida- contestó. Que mal educada, que idiota, que despreciable.

   ¿Qué sentido tenía quitarle la vida a alguien que no la aprecia? Matar a un suicida, no tenía diversión alguna, comenzaba realmente a fastidiarme, comenzaba ya a fumar como si nada, mientras sostenía una charla sin sentido, una situación que no valía la pena, que estupidez.

   Realmente iba a matarla, pero lo iba a hacer por amor al arte, ahora sentía mas ganas de hacerlo por odio hacía ella, era todo tan patético.

   Pero de la nada pensé en cambiar la situación, pasé apenas unos segundos reflexionando, y comencé a actuar sin sentido.

-Déjame llevarte a tomar algo-le propuse, sin pensarlo, incluso creo que lo dije demasiado rápido como para que se me entendiera.

-¿Qué? – preguntó exclamando brevemente, al escucharme, pero entonces no di mucho tiempo de pensar.

Volví a arrojar mi cigarrillo a la nada, y rápidamente me acerque a ella y le tape la boca con unas de mis manos, y con la otra sujete sus muñecas por la espalda, forcejeo apenas un poco, y a la fuerza fui obligándola a caminar por donde yo quería.

   La gente que se encontraba observando no dijo ni hizo nada al respecto, probablemente pensaron que me la llevaba para matarle en otro lado mas discretamente, no lo sé, no era una situación rara ya, pero a medida que me acercaba a salir de aquel barrio, entonces el acto si comenzaba a ser raro de ver.

   Así que, sin pensarlo dos veces, la comencé a llevar sobre mi hombro, era bastante liviana realmente, y ni siquiera forcejeo mucho, realmente se sentía su poca preocupación por vivir.

-Si vas a matarme, hazlo rápido, por favor- dijo con un tono de voz apagado, como un robot. ------Encima que quieres que te maten, lo quieres de la forma aburrida, además- declare sin querer en voz alta, realmente quería decirme eso a mí mismo, pero era demasiado tarde, sin embargo, no hubo respuesta alguna- Si cooperas, luego, haré lo que me pidas- dije, para intentar cambiar el ambiente.

   Justo unos pasos después de haber dicho eso, comencé a bajar su liviano cuerpo de mi hombro, para que se mantuviera de pie por sí misma, al estar parada comenzaba otra vez a mantener su mirada al piso, impidiéndome ver su rostro y su expresión, comenzaba a ser fastidioso ese acto, sin mirarme se volteo en dirección al camino hacia donde me estaba dirigiendo, y casi inmediatamente puse mi mano sobre su hombro con firmeza, y empujándola un poco le indicaba hacia donde quería que vaya, asi por un par de calles, sin decir una palabra, pero pude deducir por su sumisión, que estaba de acuerdo con lo que le había planteado.

   Finalmente nos encontrábamos en la puerta de un bar que yo conocía, y le indiqué que entrara junto a mí. El lugar tenía un ambiente tranquilo y algo antiguo, era clásico, las sillas y mesas eran de madera oscuras, desde que tengo memoria era igual, la luminosidad era amarillenta, una luz tenue que relajaba la vista, y la decoración no era algo destacable, se veía muy como un bar por defecto, de esos que uno está acostumbrado a ver porque casi todos se parecen entre sí, los que no desatacan por su ambiente.

   Al entrar aún estaba dirigiendo a mi borrego manteniendo mi mano en su espalda, de una forma disimulada, y deje de ejercer fuerza sobre ella al encontrarnos frente a una mesa para dos, entonces me separe de ella y me acomode en la silla, esperando que mi compañía hiciera lo mismo. Pero se mantuvo por algunos segundos parada, sin hacer nada, en la misma posición, de una forma extraña, pero por suerte antes de que la gente comenzara a cuestionarse, finalmente se sentó, con las menos ganas del mundo.

   Nos encontrábamos frente a frente mientras esperábamos que un mozo hiciera presencia, pero ella aun seguía con la cabeza gacha, imagino que esperaba que yo dijera algo, porque obviamente ella no lo iba a hacer. Tome un respiro mentalmente, para intentar no enloquecer, y mentalmente, para no demostrar la verdadera desesperación que me estaba generando. 

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⏰ Last updated: Oct 15, 2019 ⏰

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