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Once años después.

—¡Bajale volumen, joder! —Yangyang tocó con fuerza la puerta de Hendery.

La música estaba tan fuerte que estaba seguro todos tenían una migraña ¡él tenía una migraña! En dos días daba los exámenes para la universidad y solo podía pensar en todo lo que no sabía.

—Ya te dije que cortemos la luz. —murmuró Xiaojun a su lado, mientras miraba su teléfono.— En fin, suerte con el emo, me voy.

—¿A dónde vas? —preguntó el mayor, frunciendo el ceño.— ¿Le avisaste a mis papás?

—Obvio. —exclamó, quitándole importancia con la mano.— Seungmin quiere que lo acompañe a comprar algo de ropa y no tengo más que hacer de todas formas...

—Podrías hacer algo con la abuela.

—Ella irá conmigo. —dijo con una sonrisa el menor y Yangyang asintió.

Pero claro, como no lo dio por hecho, su abuela tenía más vida que todos ellos juntos.

—Claro, por supuesto... vayan con cuidado ¡y si hay algo genial sabes mi talla! —gritó esperando que Irene lo escuchara.

—Cuenta con eso mi amor. —respondió casi de inmediato lo mujer.

Xiaojun se despidió de él rápidamente con un beso en su mejilla, ya no lo hacia frente a sus amigos, pero siempre lo hacia cuando estaban solos. Él seguía buscando refugió en él, abrazandolo y acurrucandose con él cuando estaba asustado o demasiado cansado.

Diferente a Hendery... quién lo diría, cuando eran pequeños Xiaojun era un poco frío y reservado, algo tímido y Hendery era todo lo contrario, siendo una explosión de alegría y amor, dándole besos y abrazos en todo momento, abrazandolo como a un koala

¿Quién diría que al crecer se cambiaba tanto?

—¡Última advertencia o te dejo a oscuras! —gritó de nuevo y está vez la música si paro.— Maldición... gracias.

La puerta se abrió dejando ver a Hendery con un pantalón negro ajustado y una camiseta negra con detalles rojos, su cabello se veía arreglado y una sonrisa traviesa se extendió por su rostro.

—¿Ya se fueron?

—¿Qué? —preguntó, frunciendo el ceño.

—La abuela y Jun. —dijo como si fuera obvio, cerrando la puerta a su espalda y colocando llave. Él había empezado a hacer eso hace un tiempo, sus padres no habían estado de acuerdo... pero como siempre, el buen Hyung les dijo que solo quería más privacidad, era la edad.

El mismo motivo por el cual habían dejado que Xiaojun tuviera su propia habitación. Él los convenció y Hendery consiguió el privilegio de poder cerrar su habitación... aunque cada mes su padre entraba a revisar que no fuera un basurero.

—Hace menos de cinco minutos. —exclamó, frotando sus sienes.— ¿Por qué? ¿Ibas a ir con ellos? Podemos llamarlos... no creo que vayan muy lejos.

—Oh, no, no... yo saldré a otro lado con Hyunjin. —dijo con una sonrisa muy amplia para el gusto de Yangyang.

—¿Sin Xiaojun?

El Lee y los Seo | YangHenXiaoWhere stories live. Discover now