Capitulo 03 : Dragonfire

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El fuego de aquel viejo Dragon iluminaba todo el lugar, era como el propio sol en mitad de la noche. Todo ardía, solo podia oir los gritos de desesperación que soltaban las habitantes del pueblo. Sabía que era culpa mia, sus muertes cayeron sobre mi conciencia…Siempre que cierro los ojos, oigo sus gritos de desesperación y desgarro.

Pero no podía quedarme quieto, el dragon debía morir y solo yo podía acabar con el. Todos los guardias y soldados habian dejado sus puestos para ayudar en la evacuación, los mas afectos eran mis amigos pertenecientes al Clan del Bosque por lo que tenía mas razones para luchar.

Tomando mi báculo sali rapidamente de la casa donde estaba, avance entre el fuego y la ceniza hasta plantarme delante del Viejo Dragón. Ambos nos miramos fijamente, deseaba mi sangre pero yo no estaba dispuesta a darsela fácilmente.

" ¡Eres a mi a quién quieres, deja ha esta gente y enfrentate a mi! " Recuerdo el tono de miedo y a la vez rabia que puse en ese grito, el Dragon solamente solto una pesada cargada para luego dar unos pasos hacia detras. Por su acción entendi que había aceptado, luchariamos aúnque por desgracia sería en mitad del pueblo. Quería minimizar los daños, pero me fue imposible.

Hay estaba yo, enfrente de un gran Dragón usando como arma solamente mi báculo. Ninguno de los dos atacabamos, simplemente nos movíamos dando vueltas alrededor del otro esperando que alguno atacara. Pasaron unos segundos, y derepente mi contrário abrio sus fauces. ¡Era tan grande que podría haberme comido de un mordisco!  El miedo recorrió todo mi cuerpo, pero no podía morir…Tenía que luchar, ¡proteger la aldea!

Armandome de valor estire mi baculo hacía el, recitando lo más rápido que podia mi hechizo mas poderoso. Si fallaba seria mi fin, pero si acertaba ganaría tiempo, no lo mataria pero por lo menos les daria tiempo a los civiles.

" Ojo por ojo, diente por diente…¡Fuego por fuego! " * de la punta de mi báculo saldría una gran llamada de fuego, un fuego de color azul. El dragón también escupió sus llamas, por lo que ambas llamaradas chocaron peleando por consumir a la otra.

Aproveche para atacar, tome del suelo una lanza de madera que había dejado caer uno de los guardias del pueblo. ¿En que partes del cuerpo no tiene un Dragón escamas? Exato, en los ojos. Ya tenia herido el derecho, solo debía dejarlo ciego atacando al otro. Armandome una vez mas de valor clave mi báculo en el suelo, el cual no paraba de soltar llamaradas las cuales intentaban consumir al fuego de la bestia.

Rodé por el suelo, creo que me vio porque derepente empezó a batir sus alas intentando que saliera volando. Casi lo consigue, pero no podía permitirme ser derrotado…Avancé como pude, alnzando la lanza apunte hacía su único ojo

" ¡Sufre la ira de todas las almas a las que has matado, bestia inmunda! " nada mas decirlo corrí hacia el, pegando un salto le tire la lanza. Esta le daría en el ojo como estaba planeado, pego un gran rugido y dejo de escupir fuego. Por lo que mis llamas azules pudieron alcanzarlo, quemaron todo su rostro haciendo que algunas de sus escamas se quebraran.

Pero fui yo quien salio peor parado, el gran viento que soplaba con su batir de alas provocó que saliera volando contra un edificio. Me estampe contra la pared atravesadola, no recuerdo que me paso… Solo pude ver una rama de árbol atravesando mi costado y sangre en mis manos, derepente todo se volvió negro. No veía nada, pero podía oir.

Logré oír como el viejo Ent Barbul se enfrentaba al dragon, consiguió herirlo casi de forma mortal pero huyo antes de eso. Pero… Barbul… No lo consiguió, el fuego lo acabo consumiendo… Si hubiera sido mas precavido, mas fuerte…¡No habría muerto!  Nadie, ni mi amigo y tampoco los ciudadano del bosque.

Sus muertes manchan mis manos, pero no todo acabó hay. El desangro provocó que me desmayara, estaba muerto en vida. No soñe, no oia nada y mucho menos veía.

Pero derepente en la oscuridad, ¡vi una luz! Era mi antiguo hogar, donde vivia con mis padres. Las altas murallas eran mucho más grandes que antes, y las calles… Llenas de soldados, todo diferente a lo que recordaba.

Y en lo alto de la ciudad, un trono. ¡El rey!  Estaba hay sentado, me miraba como si supiera quién soy. No hablo, no dijo nada. Solamente señalo algo, a mi.

- Continuará… -

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⏰ Last updated: Oct 17, 2019 ⏰

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