En un mundo sin color, yo te conocí.

Como inicie mi viaje.

      Siempre pensé que el uso de la magia era algo totalmente inútil... A pesar de que yo era un mago de nacimiento. Quizás para la mayoría de las personas la magia es algo extravagante que es capaz de provocar grandes milagros o de transformar cosas corrientes en algo increíble pero la realidad es que la magia es una molestia, tan solo para usar un hechizo simple requiere mucho tiempo e ingredientes que no son muy sencillos de conseguir. En conclusión, ser mago es algo que te traerá mas infelicidad que alegrías... Al menos eso pensaba hasta que conocí a "esa" persona.

Habían pasado algunos años desde la ultima vez que realice un hechizo, ahora era un adolescente que estaba recién comenzando la preparatoria pero ni siquiera tenia una sola persona a la que pudiese considerar amigo, cada vez que intentaba comunicarme con alguien pensaba "después de todo solo quiere intentar acercarse a mi por conveniencia, no le intereso yo sino mi estatus". Mi abuelo Nikolai Plisetsky era una persona realmente excéntrica de la que nunca sabias que esperar pero era alguien realmente interesante, nunca podías desviar la mirada de el y te podías pasar largas horas escuchando sus historias sin siquiera aburrirte, el era la única persona con la que podía ser yo mismo sin sentirme nervioso aunque podía ser alguien totalmente impredecible. Se le había ocurrido la inusual idea de mudarnos a Nagoya, Japón durante algunos años, sigo sin comprender como convenció a mi abuela ya que ella es la persona mas terca del mundo cuando lo desea. En sus palabras, un cambio me haría bien para mejorar y desarrollar nuevas amistades, si no lo quisiera lo suficiente probablemente me hubiera revelado.

Ese día en que todo cambiaría fue un día de festival, todos vestían de manera elegante aunque yo lucia mi uniforme de verano, podía ver que muchos de mis compañeros de clases estaban en el. Como siempre intentaron invitarme a que me uniera a ellos pero al menos ese día tenia la excusa de que ya tenia un compromiso con alguien, aunque al parecer se daría a malos entendidos ya que de inmediato asumieron que me juntaría con alguna chica pero no tenia ganas de aclarar nada, de hecho me ayudaría a librarme de algunas personas insistentes que habían formado un club de fans solo porque les parecía divertido. Me escabullí apenas vi la oportunidad, había quedado con mi abuelo en uno de los miradores que daban al lago estaba algo desierto ya que la mayoría prefería estar en los puestos o en el templo para admirar los fuegos artificiales, cosa que también haría si los pudiera disfrutar en su totalidad. Cada vez que pensaba en ellos sentía un dolor en el pecho, siempre me recordaban lo mucho que extrañaba a mi madre y... También mi condición. 

Al llegar al mirador me quede observando un buen rato hacia el lago, era un lugar realmente inmenso y desde allí también se podían escuchar las voces llenas de alegría de las persona que estaban en el festival, sin darme cuenta me había quedado tanto tiempo observando que los fuegos artificiales estaban comenzando. Cuando ya me estaba por ir escuche los pasos de mi abuelo que venia con bastante prisa, estaba seguro que se había quedado distraído mirando los puestos a pesar de que me había pedido llegar temprano, una de las cosas con las que no podías contar con mi abuelo era la puntualidad. Solté un suspiro mientras me acercaba a el observándole con un leve gesto de molestia

--Abuelo, si vas a llegar tarde al menos podrías llamarme por el celular. Te lo deje configurado para que solo tuvieras que apretar un botón para marcarme.--Cuando me sonrió casi toda mi molestia se había ido, realmente  era de las personas que podia iluminar una habitación tan solo con estar presente. Me abrazo suavemente antes de mirarme con algo de... No sabría explicar bien, ¿nostalgia?. Quizás por el hecho de que yo le recordaba a mi madre, supongo que para un padre es difícil superar que su única hija se marche sin decir palabra y que ni siquiera de señales de vida en mas de 10 años.

--Tan solo déjame abrazarte un poco mas, quien sabe cuanto tardare en volver a tener un momento cerca de ti-- Eso fue como un balde de agua fría para mi, sentir como la persona en la que mas confiaba quizás me apartaría de su lado me hizo estremecer del miedo-- Oh, pequeño. No te asustes, no me voy a morir o algo por el estilo. Pienso seguir vivo hasta que vea a mis bisnietos.--