Eres Emilio

674 50 2
                                    

Emilio 

Pasaron algunas semanas en las que evite estar cerca de Joaco todo el horario escolar, me daba miedo verlo y que me reclamara por ser tan malo o que me diera miradas de decepción, no lo soportaría, incluso dejé de estar con mis amigos, me la pasaba solo entre los salones o escondiéndome en la biblioteca, logré desaparecer de su vida exitosamente hasta hace un momento que entre corriendo a la escuela para que nadie me viera y choque con él, quedamos muy cerca, pude ver que los sus hermosos ojos estaban cristalizados y parecía tener un debate mental, mi cerebro dejo de funcionar y lo abracé con fuerza. 

-E-Emi- susurro con la voz entrecortada, pasó sus brazos temblorosos por mi cintura atrayéndome más hacia él, sin darme cuenta en que momento comencé a llorar, él era lo que necesitaba para sacar todo lo que estuve guardando, todas esas cosas que me habían hecho sufrir, que me hacían sentir mal pero que me daba miedo afrontar, ahora entre sus brazos siento que puedo dejar todo eso atrás y dar un nuevo comienzo. 

-Joaco ¿que pasa?- me atreví a preguntar sin soltarlo, él sollozo un poco en mi pecho antes de separarse lo suficiente para mirarme a los ojos.

-Terminé con Bran- noté el dolor en su voz y por un momento sentí la sangre hervirme ante la idea de ese imbécil rompiéndole el corazón a mi bebé, pareció darse cuenta porque de inmediato negó con la cabeza.

-No, no fue su culpa, él es uno de los mejores chicos que existen en el mundo y por eso lloro, porque lo intenté Emilio, de verdad trate dejar de pensar en ti, pero después de lo que me dijiste pasaba mucho tiempo tratando de pensar en porque eres así, en porqué habías permitido que ese chico sufriera de esa manera, al igual que Bran, no lo sé yo solo me di cuenta que si de verdad quería intentar algo con él debería primero olvidarme de ti, y estaba funcionando hasta que esta mañana mi papá me comentó se encontró con el relicario que compramos en aquella tienda de antigüedades en Canadá y yo solo pensé de nuevo en ti y ahora, ¿no podía chocar con otra persona?- terminó de hablar dejando en sus labios un puchero precioso que moría por besar. 

-Lo siento- fue lo único que logré responder antes de que una duda me asaltara -entonces tu ¿no me odias por lo que te conté?- limpió sus mejillas con suavidad antes de negar con la cabeza y tomarme de la mano para caminar a nuestro lugar secreto en la escuela. 

-Emi yo no soy quien para juzgarte por tu pasado, era la versión idiota de ti complaciendo a otros, pero has decidió cambiar y creo que eso es lo importante, eres tan sentimental que no te das cuenta, preferiste esconderte en esa nieve para no ser lastimado pero no te diste cuenta que en el camino tú lastimabas a otros- hablo mientras nos sentábamos al pie de la fuente -pero despertaste, reaccionaste y retiraste eso de ti, ahora te muestras como eres y el Emilio que tú eres, el que yo conozco es bueno, alguien que no pondría su bienestar por sobre él de los demás, todos cometemos errores Emi, lo importante es reconocerlos y no volver a cometerlos- me miró dulcemente haciendo desparecer todos los sentimientos negativos que se habían albergado en mi interior a partir de su ausencia en mi vida, fue como si me quitaran un enorme peso de encima.

No puedo creer que tengo tanta suerte para tener a Joaco a mi lado, cualquier otra persona me hubiera mandado a la mierda dejándome claro que soy una basura de persona y que no merezco nada bueno, pero no él, mi bonito trata de entenderme, me hace ver las cosas como son y no castigarme tampoco por lo qué pasó, es mejor aprender de eso y crecer como mejor persona, eso lo entiendo gracias al hermoso chico que tengo aquí mirándome con tanto amor como nunca nadie lo había hecho antes. 

Después de un silencio para nada incómodo le di un abrazo sintiendo que lo necesitaba más de lo que pensaba, fue tan liberador hablar con él que no me di cuenta en que momento comencé a llorar de nuevo. 

-Joaco gracias por escucharme, no me había sentido tan liberado en años, siento como si me hubiera quitado el peso de todo lo que ha pasado en mi vida desde que entré a la preparatoria hasta ahorita y no sabes lo bien que me siento, también me hace feliz volver a tenerte cerca, en verdad gracias- me miró con ternura y asintió secando mis lágrimas con suavidad. 

-Gracias a ti Emi por tenerme la confianza de contarme todo de ti y por escucharme con tanta atención, solo recuerda que todas la experiencias que vivimos buenas y malas, nos dejan una lección y con esa es con la que debemos quedarnos, no con las cosas malas dejando que nos dañen aún ahora que ya pasaron- sus palabras son tan sabías y maduras que no puedo creer que tenga diecisiete años. 

-Bueno creo que deberíamos volver a clases- yo no quisiera irme en realidad pero sé lo responsable que es.

-Emi ya es tarde- miró la hora en su celular y luego me miró a mi. 

-Pues por eso Joaco, debemos entrar ya- reí un poco con ternura por la cara de enojado que me puso. 

-No seas tonto Emilio, me refiero a que ya no nos van a dejar pasar- dejó salir una pequeña risita mientras se acomodaba mejor en su lugar y llevaba su vista al cielo.

-Entonces, tu estas soltero- pregunte temeroso con a penas un hilo de voz, me miro de inmediato con los ojos entrecerrados como si me acusara de algo.

-No tan rápido Osorio- habló burlón mientras negaba con la cabeza. 

-¿Qué? yo solo hice una pregunta inocente- sonreí al darme cuenta que no importa que pase nunca podría sentirme incómodo junto a Joaco. 

-Pues si lo estoy, pero eso no quiere decir que estaré contigo- hablo serio esta vez sin dejar de mirarme pero había un brillo en sus lindos ojitos que me hizo sonreír más mientras negaba soltando una pequeña risa.

-¿Quién dijo que lo preguntaba por mi?- lo reté con la mirada pero en cuanto frunció el ceño me fue imposible no acercarme y dejar un beso en su frente esperando que relaje su expresión. 

-Emi- susurro, lo miré y había funcionado, ahora me veía como borreguito indefenso. 

-Joaco- hablé en el mismo tono mientras me acercaba lentamente para fundirnos en un beso, lleno de amor, buscando todo eso de lo que nos hemos perdido este tiempo separados, siendo uno, siendo solo nosotros, sin todo lo que nos afecta en el mundo real, permitiéndonos sentir el amor explotando desde nuestro interior.

Enamorado por primera vezWhere stories live. Discover now