Enamorado por primera vez

Tú decides

Joaquín

Salí de la cafetería caminando tranquilamente, aparentando que no me había afectado lo que paso, aunque en realidad por dentro quería salir corriendo, no podía estar ni un minuto más ahí, no entiendo que está pasando con Emilio, cuando supe que nos mudaríamos a México, la única cosa buena que le vi fue pensar en reencontrarme con él, así que al verlo mientras entraba al salón de mi nueva escuela me emocioné mucho, mi corazón empezó a latir con fuerza y no pude evitar sonreír, solo esperaba que acabaran las clases para poder acercarme a él, pero es como si fuera otra persona, ya no entiendo ¿fingió ser otra persona durante las vacaciones? 

Camine sin darme cuenta a donde me dirigían mis pasos, es la primera vez que recorro los pasillos de esta escuela, no sé donde estoy ni a donde voy, de un momento a otro salgo por una puerta y me encuentro en un pequeño jardín muy solitario, al parecer los alumnos no suelen venir aquí, es muy bonito y tranquilo, en el centro hay una bonita fuente que abarca casi todo el lugar, donde decido sentarme en la orilla para pensar. 

Cierro los ojos y los recuerdos de las vacaciones con Emilio aparecen uno a uno en mi mente, todo lo que me platico de él y entonces recuerdo que en una de las tantas cafeterías que entramos para comprar chocolate caliente con bombones me contó que a veces era duro para él asistir a la escuela y mantenerse siendo él, entonces imágenes del día de hoy vienen a mi mente, la mirada que tenían sus amigos sobre él cuando me acerque a hablarle, los murmullos de la gente cuando le contesté y su mirada suplicante como pidiéndome que no me acercara, al igual que cuando se acercó a mi con una expresión rara, como si sus ojos me gritaran que parara y me alejara, pero él me conoce y sabe que no soy de los que se callan lo que sienten y piensan. 

Doy un largo suspiro y juego un poco con mis manos, creo que empiezo a entender un poco a Emilio,  él es como es ventanal que nos cubrió nuestro último día juntos, tiene una capa de nieve encima dentro de la escuela y muestra a los demás lo que quieren ver de él, al parecer a nadie le interesa ver más allá de esa barrera, encontrar las estrellas en su interior, pero yo pude verlas y brillan tan lindo que espero no se apaguen nunca, al menos eso quiero pensar, prefiero mil veces esa opción a considerar la idea de que solo aparento ser otra persona conmigo y esté era el verdadero Emilio.

Aferrándome a la primer idea decido que trataré de hablar con él una vez más, todos deberían ver el verdadero brillo en su interior, no quedarse con el frío hielo que lo cubre. 

Emilio 

Me separo de mis amigos con la excusa de ir al baño, pero en realidad busco a Joaquín por toda la escuela, me empiezo a desesperar cuando después de un rato no logro encontrarlo y siento que necesito tomar un respiro o me desplomare aquí mismo, así que decido ir a mi lugar secreto, es un pequeño jardín que encontré los primeros días de mi primer año en la escuela, siempre que necesito un poco de espacio y librarme de lo aturdido que me dejan mis amigos vengo aquí para pensar y sentirme mejor, nunca le eh hablado de este lugar a nadie ni pretendo hacerlo es como mi pequeño espacio en la escuela donde puedo ser yo. 

Abro la puerta que me permite sentirme libre de la escuela y todo lo que esta conlleva, salgo rumbo a mi jardín y veo la figura de alguien al otro lado de la fuente, por un momento retrocedo asustado con la intención de regresar al edificio, pero el chico gira un poco la cara para levantar la mirada al cielo y me doy cuenta que es Joaco así que me acercó lentamente a él esperando que no me odie aún. 

-Eh, hola Joaco- mi mirada se mantiene en el piso, se me cae la cara de vergüenza por cómo lo traté, me sorprendo al ver de reojo que se levanta y camina hacía mi, cierro los ojos esperando otro golpe de su parte pero me sorprendo al sentir que me rodea con sus brazos y me abraza por la cintura con fuerza, no dudo ni un segundo en responderle el abrazo y pasar mis manos por sus hombros aferrándome a su espalda.