Todo por ti. [Todoroki x Oc]

Capítulo 5

Caminamos por el laboratorio que era muy grande, y había una especie de cuarto con rejas metálicas.

-Entra- Dijo en un todo serio.

-¿Qué?- No podía creer lo que me había dicho, siempre había soñado con mi cuarto ideal, con una cama grande, un gran tocador y muchos juguetes, yo era una niña aun.

Ese cuarto/celda era un poco pequeño, pero extraño, y tenía su inodoro ahí a la vista, estaba que no podía creerlo.

-Que entres, esa es tu nueva habitación, más te vale que descanses bien. Mañana empezamos-- dijo en un tono serio que nunca había escuchado antes.

-Por cierto... No se tu nombre, las chicas del orfanato estaba tan feliz de que te fueras que ni me dieron ese dato. - Se notaba la vergüenza en su tono

-mhm, Rin, mi nombre es Rin- dije en un tono confuso.

"¿Mi padre no se sabe mi nombre? Pensé.

Me dio una bata blanca y unas cuantas mantas, me metió en la celda y la cerró con llave.

-Nos vemos mañana, Rin. - Dijo mientras se iba.

-Buenas noches, papá. - Dije despidiendome de aquel hombre que apenas conocía.

Yo no sabía lo que era amabilidad, ni gestos de amor, así que ese acto de encerrarme ahí, era lo más cercano a amor que había experimentado.

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Una sonido chillante sonó en mi cabeza. No sabía que estaba pasando.

-Levántate, hora de entrenar. - Dijo mi padre.

-¿Entrenar?, ¿Correr y eso?

-Algo como eso-

En seguida sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta de la celda, me dio ropa deportiva y me la puse.

Creí que iríamos a un patio o al exterior, pero no, fuimos a una sala vacía con solo una mesa y una silla en medio, y estando ahí finalmente pregunté.

-¿Por qué no puedo leer tu mente? -

Soltó una risa no muy marcada y dijo:
-Pues por que soy muy listo, siguiendo mis indicaciones algún día podrás. -

Así que deje de tratar...

-Veamos que puedes hacer... En el orfanato me dijeron que eras una chismosa, y que por tu culpa las cosas se rompían y la gente se lastimaba- Dijo, pero no parecía conversar conmigo, al parecer, estaba hablando consigo mismo.

-Yo... Escucho a la gente hablar cuando no mueve la boca, y creo que muevo cosas- Dije para tratar de complementar sus ideas.

-Es un Quirk muy interesante, manipulación mental, lo que quiero saber realmente es el alcance que tienes- Ahora si parecía estar hablando conmigo.

En seguida salió de la sala dejándome sola. Había una gran ventana en una de las paredes, así que podía verlo.

-Trata de mover la mesa- Dijo.

En seguida solo miré la mesa, no podía pensar en nada, las cosas se movían sin pensar, nunca me había concentrado en mover algo, nunca había querido. Ahora me lo estaban pidiendo, y era un poco difícil.

-Dime algo... ¿Cómo fue que aventaste a alguien por lo aires y ahora no puedes mover una mesa? - Su pregunta no era en tono molesto, pero su expresión si.

-Creo que fue diferente, no lo se- Dije.

En seguida solo volteo la cara y empezó a oprimir botones en su tablero, y de la nada puso un sonido chillante, penetrante, lo escuchaba incluso adentro de la cabeza. Era muy irritante, sentí mucho miedo, ansiedad. Y luego enojo

-¡SILENCIO! - Dije mirándolo fijamente y en eso la mesa salió volando hacia el. No le hizo nada al vidrio pero me asusté muchísimo.

Creí que el estaría muy enojado conmigo, pero enseguida puso una cara de alegría.

-Cómo lo imaginé, solo activas tu Quirk bajo presión, aun no eres capaz de usarlo a voluntad propia. - Dijo dando su conclusión.

Me sentía agotada, pero sentí gusto cuando miré su rostro de alegría, me sentí feliz, no sabía lo que estaba sintiendo.

-Esa es la cara que estaba buscando, tal vez no sepas cómo te sientes, pero desde aquí, parece que estás orgullosa... Sigamos entrenando. -

Y así seguimos toda la tarde, no quería ponerme en situación peligrosa todavía, intente con cosas básicas.

Moviendo agujas, lápices, latas. Eso era muy agotador para mi,

Después de entrenar siempre íbamos a su laboratorio, siempre me acostaba en una cama, ponia muchos cables sobré mi cabeza y anotaba cosas en su computadora. Asi fue mas o menos un par de meses.

Cuando por fin dominaba mover objetos pequeños intenté mover animales, pero padre descubrió que no habia actividad cerebral cuando intentaba mover seres vivos.

-Al parecer solo puedes mover objetos no vivos- me dijo.

-¿Entonces como pude mover personas?- Estaba muy confundida.

-La ropa y zapatos son objetos no vivos, tal vez ese sea el secreto, no puedes mover a la persona, pero si a su vestimenta. Es muy interesante- dijo orgulloso de su descrubrimiento.

-Pero estamos aqui para superar tus limites, hemos estado trabajando tanto en tu habilidad de mover cosas, aun no trabajamos tu capacidad mental para leer mentes- Noté un poco de preocupación en su tono.

-Rin, comenzaremos la siguiente fase de tu entrenamiento, lamento decirte, que esta parte no te gustara- Dijo mirandome a los ojos.

No sabia a que se refería, y me hubiera hustado nunca saberlo.