SOY MUY MALA

2.7K 131 6
                                    

Edward no me decepcionó, se había quedado despierto casi hasta el amanecer, lo hicimos muchas veces y de distintas formas.

No necesitábamos palabras para comunicarnos en ese nivel, era como si nuestros cuerpos instintivamente supieran que hacer, como si bailáramos una bien ensayada danza de amor.

¿Amor? Bueno he de aceptar que me sentía amada.

Y antes que mi amante nocturno se marchara le hice prometer que vendría a verme todas las noches que pudiera. Yo gustosa lo recibiría aunque fuese sólo para dormir.

Volviendo a la realidad, hoy tenía una cena en la nueva casa de los Volturis, el señor Aro había adquirido recientemente una propiedad muy costosa que había sido de un duque, parecía un palacio. Creo que el único de ese tipo en todo Forks.

Papá y yo llegamos temprano, parecía que mi depresión se había esfumado como por arte de magia. Esperaba que termináramos temprano y poder llegar a los brazos de Edward.

Alice no había venido, tampoco los Cullen, esta reunión se estaba poniendo pesada. Félix traía un traje que le quedaba muy bien, venía muy seguido a nuestra mesa a ver si necesitábamos algo.

Cuando ya quedaba muy poco gente, Félix se sentó a mi lado, no veía la hora que papá terminara su conversación con el señor Aro para marcharnos.

—Isabella, cara mía. Acompáñame por favor— bailamos un par de piezas, luego él tomó mi mano y llegamos donde estaban nuestros padres.

—Señor Swan, padre. He querido hacer esto de la manera más formal posible y no ser irrespetuoso con ninguno de ustedes— se giró hacia mí. Yo ya estaba asustada con lo que decía. –Isabella, eres la mujer más hermosa que he conocido, tu gracia y belleza no tiene igual en el mundo. Esta noche tan importante para nuestros padres, quiero pedirte delante de ellos que seas mi novia— miré de reojo donde mi papá estaba.

Tenían algunos documentos en la mesa, parecía que estaban a punto de firmar algo. Félix me miraba como si yo fuera una aparición divina.

Miré a papá buscando algo de ayuda, no sabía cómo zafarme de ésta.

Era una propuesta interesante, pero… ¿Pero qué?

Papá me miró y asintió con la cabeza… ¿Me estaba dando su aprobación?

El señor Aro tenía una sonrisa medio extraña. Volví a mirar a Félix… estaba agradecida con él, mucho. Me había salvado de más que la vida.

No sé que habría sido de mí si James hubiera logrado su propósito. Y ahora Félix esperaba mi respuesta con tanta expectación.

Me sentí abrumada y confundida.

—Si… claro— traté de sonreír pero mi sonrisa no salía. ¿Qué estaba haciendo?

—Pero esto hay que celebrarlo, acabamos de firmar un contrato por varios millones y ahora nuestros figlios nos dan esta noticia. No imagino una novia más hermosa que Isabella— el señor Volturi se levantó y me dio un par de besos uno en cada mejilla.

Mi padre también me abrazó después de estrechar la mano de Félix. Cuando la algarabía y el brindis terminó yo no sabía qué hacer o que decir.

Félix y yo nos sentamos en una mesa.

—Sé que aún no me amas Isabella, pero lograré conquistar tu corazón, haré que el sentimiento de gratitud que sientes se convierta en un apasionado amor como el que yo siento por ti— no sabía que responder ante eso. Estaba asustada.

—Gracias… por comprender— dije suavemente.

—No tienes que agradecer nada. Demos un paseo y luego te llevaré a tu casa. Quiero que acordemos las visitas que te haré. No deseo ser como un tonto pretendiente americano. Sabré cumplir las reglas y ganarme tu amor y la confianza de tu padre— eso sonaba muy bien si tan sólo Félix me gustara la mitad de lo que me gustaba Edward.

El Jardinero - Terminado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora