Una sola carne

218 17 1
                                    

UNA SOLA CARNE

Hoy aprenderemos un poco más acerca de lo que Dios quiere para su Matrimonio a través de un versículo muy conocido por todos pero que poco hemos estudiado:

Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne”.

Es tan importante este versículo que se cita varias veces en el Nuevo Testamento. Este versículo nos lleva a reflexionar sobre varios aspectos de la unión marital, como por ejemplo:
¿Es el matrimonio una idea de Dios o del Hombre? ¿Qué clase de unión es?
¿Cómo debe ser el vínculo entre esposo y esposa?
¿Dios admite la unión homosexual?
¿de más de dos?
¿Puedo cometer adulterio siendo fiel a mi cónyuge?
¿Es excluyente con respecto a la familia de los padres?
¿La expresión “una sola carne” es apenas una metáfora.
.

1- EL MATRIMONIO ES UNA IDEA PERFECTA DE DIOS PERO DESARROLLADA Y ALGUNAS VECES DESFIGURADA POR LOS HOMBRES.

Si usted observa en Génesis 2, el versículo 18, Dios tuvo el propósito de que Adán, a quien Dios había creado del polvo de la tierra, no estuviera solo y que tuviera una ayuda idónea para él.

Luego, dice la Palabra, “Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre”. Note que aun en ese estado casi terminado de la creación, en el versículo 20, la Palabra dice: “no se halló ayuda idónea (ideal, adecuada) para él”. “Entonces, continúa el versículo 21, Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla (costado) que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre”. A esta altura es acertado citar a Mathew Henry quien nos enseña que “la mujer no fue hecha de la cabeza del hombre para que no lo gobernara, pero tampoco fue hecha de sus pies para que éste la menospreciara, sino que fue hecha de uno de sus lados para que fuera igual a él, de bajo de su brazo para que la protegiera, y de cerca de su corazón para que fuera su amada”.

¡La trajo al hombre! ¿Ha pensado usted varón lo hermoso que es saber que esa mujer que tiene al lado, que esa mujer con la que comparte sus días la trajo a usted el mismo Dios Todopoderoso? Él la sacó de usted y luego se la trajo a usted.

“La Sacó de usted” significa que ¡ella está hecha a su medida, que está hecha de sus sueños, sus anhelos interiores, con las características, todas las características “ideales” ¡que usted deseaba, que usted soñaba!

Ahí está clara la voluntad de Dios, la invención del Matrimonio por parte de nuestro Creador. Su propósito no fue crear a la mujer como un ser viviente más, como todos los otros sino como uno especial con el cual completaría al otro ya creado y los dos formarían una armonía perfecta.

Por eso la partícula “Por tanto” con la que empieza el versículo 24 del Capítulo 2. “Por tanto” significa que Dios está diciendo: Como Yo los hice varón y hembra, como Yo los idee en tanto que complemento el uno del otro, como Yo hice a una de su misma esencia para que fuera igual a su compañero y pudieran tener comunión, como Yo cree dos seres absolutamente compatibles para compartir… Entonces… “Dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.

Lo que dice Dios es: como Yo los hice con ese propósito de estar casados, entonces ¡cásense!

Esa fue la idea primigenia de Dios.
Perfecta.
Armoniosa.
Supremamente hermosa.

Dos con todos los requisitos cada uno para amar al otro. Para que entre los dos, ambos, pudieran entonces cumplir con lo que Dios quería.

Leamos Génesis 1:27-28 y entenderemos los propósitos de Dios para con el hombre y la mujer. Propósitos de que ellos FRUCTIFIQUEN, SE MULTIPLIQUEN, SOJUZGUEN Y SEÑOREEN: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.

Jóvenes CristianosWhere stories live. Discover now