Las Crónicas De Los Elementos

Capitulo 13

Mi hermana me mira raro, llevamos unos minutos sin hablar, ella ya ha ojeado el libro, que raro (ironía). Siempre se lo he contado todo, quizá este enfadada porque no le allá contado esto o este triste por recordar a mama o feliz porque pronto sera navidad y volveremos a estar todos juntos. No lo se, mi hermana siempre a sido un misterio, jamas decía las cosas que sentía, la única que conseguía que se las dijera era mama y cuando se fue, se cerro ante todo el mundo, aunque aun seguía hablando de cualquier cosa que no fueran sus sentimientos.

-¿Porque me miras asi? -digo despues de un rato, me estoy poniendo nerviosa, no me gusta que la gente me mire mucho tiempo.

-Nada, nada. Este libro seguramente es algun cuento de hadas que nos contaba mama cuando eramos pequeñas -dice sacudiendo la cabeza, esta ocultando algo.

-Pero parece bastante creible, ademas es muy parecido a lo que me pasa a mi -respondo, no quiero mencionar que John tambn me conto una historia parecida.

-No lo se, quiza si -sigue mintiendo, se le curva la nariz cuando miente. No le hago caso, ya le preguntare mas tarde- baja a desayunar, voy a despertar a papa.

Ha empezado a nevar, las calles estan lanquecinas y un cielo nublado cubre toda la ciudad, me levanto de la cama y bajo a la cocina, un buen café caliente, eso es lo que necesito. Me lo tomo rapido y entro en calor, necesito moverme, asi que vuelvo a mi cuarto y me pongo un chandal. Salgo de casa, a parado de nevar, aunque no hay mucha gente por la calle. Me dirijo hacia el parque, en los arboles no queda una sola hoja y los suelos tienen una fina capa de hielo. Hay niños jugando en el parque y sus padres hablando en bancos sobre la navidad, algunos juegan con sus elementos sobre todo los que controlan el agua, ya que estamos en una estacion perfecta para hacer figuras de hielo. Intento no pensar en John, tengo muchas ganas de verlo, me hace sentir segura, aunque apenas me conozca.

De repente lo veo a lo lejos y el me saluda. Le devuelvo el saludo y me hacerco a el con cuidado de no caerme.

-Hola-me dice cuando llego a su lado.

-Hola -le respondo, tiene algo de nieve en el pelo y se me escapa una risita.

-¿Que te hace tanta gracia? -responde levantando una ceja, me rio y le respondo.

-Tienes nieve en el pelo.

-Gajes del oficio, como dicen. Estaba practicando un poco con el agua.

Eso vuelve a hacer que me preocupe, que elemento puedo controlar, cual aprendere. Me muerdo el labio e intento mirar a otro lado para que no vea que estoy preocupada, pero el se da cuenta, me estraña lo bien que me conoce cuando es la seguda vez que nos vemos.

-¿Que te pasa?¿He dicho algo malo?

-No, es solo que no entiendo mucho lo de los elementos, no se porque puedo controlar dos y ademas la mayoria de veces que controlo el agua suele ser sin querer.

-Si quieres te podria ayudar a controlarlo un poco mejor, aunque aquí hay mucha gente.

-Claro -respondo, necesito ayuda asi que no me voy a quejar.

-Ven, conozco un lugar mas pribado para entrenar -dice y se vuelve hacia una moto que hay detra de el, se suve y me invita a subirme.

-Nunca me habia subido a una -comento y me agarro en su cintura.

-Bueno, para todo hay una rimera vez, ademas estas abrazada a un chico muy guapo eso es de agradecer.

-Si, claro. Arranca de una vez -le digo mientra le doy en el hombro un golpe.

En el camino, empieza a nevar un poco y el acelera para llegar antes, me da la ensacion de que vamos demasiado rapido asi que me hacerco mas a el.

-¿No vamos demasiado rapido? -le pregunto casi gritando.

-No -responde- en un par de minutos estamos alla si eso te tranquiliza.

Llegamos y me desmonto de la moto, este lugar es precioso algunos de los arboles tienen hojas que se han conjelado con el frio y hace que reluzcan como cristalitos.

-Mi padre solia traerme aquí de pequeño -dice melancolicamente.

-¿Que le paso? -digo separando la vista de los arboles y dirigiendosela a el.

-Un dia se adentro en el y no lo he visto otra vez.

-Lo... lo siento mucho, no debería haber preguntado -me lamento.

-No pasa nada, bueno vayamonos un poco mas adentro hay un lago en el que podemos practicar.

Cuando llegamos, veo que el lago parece bastante profundo y cae una casacada que ya esta medio congelada por el invierno.

-Enseñame lo que puedes hacer -me dice apartandose un poco.

-Esta bien -respndo y pongo las manos al frente. Noto mi cuerpo como si fuera esa superficie de agua, modulable y poco a poco una torre de agua se va alzando de la mitad del lago, despues hago que llegada a un punto baje como una pequeña llovizna.

-Lo controlas muy bien, solo necesitas cambiar de posicion, ya que influye mucho al agua -se hacerca a mi, pone las manos en la cintura y me coloca un poco girada a la derecha, luego coje mis manos y las mantiene a la par de mis hombros- asi mejor -me susurra al oido y un escalofrio me recorre la espalda.

Despues de practicar un hora decidimos ir a dar una vuelta por el bosque que sigue un poco resbaladizo por el hielo.

-¿Asi que tu familia controla el aire? -me pregunta.

-Si, por lo meos eso es lo que me han dicho desde pequeña -respondo.

-¿Ahora lo dudas?

-¿Tu no lo harias al descubrir que puedes controlar otro elemento?

-Bueno, si, supongo. Yo tambien lo hice, pero es acostumbrarse.

-Si, pero antes tenia todo mi futuro echo. Controlaria el aire, estudiaria y me buscaria un trabajo para llevar el dia a dia, ahora soy casi un bicho raro -respondo.

-Bueno, pues ya somos dos -dice sonriendo, esa sonrisa consigue que todo desaparezca a mi alrededor. ¿De donde habrá salido este chico?Es como si hubiera algo que nos uniera.

De repente, resbalo con el hielo y tropiezo con una rama.

¡Mierda! Ahora parecere estupida.

Pero antes de que mi cara toque el hielo, John me coje de la cintura y cuando creo que me va a ayudar a levantarme se me queda mirando a los ojos. Nuestras caras se hacercan hasta que nuestros labios se rozan. No estaba preparada y me asusto un poco asi que el se separa y me ayuda a levantarme y veo que esta sonrojado, igual que yo.

-Yo … lo siento, esque ha sido un impulso -dice rascandose la cabeza, en ese momento me hacerco otra vez a el y esta vez nos besamos con mas ansia, como si llevaramos esperandolo meses. Cuando nos separamos le sonrio.

-No importa -le susurro.