The last good-bye? [Min YoonGi, BTS]

Capítulo III

—¿Entró a la casa?

—Si, lo hice, y lleve a mi perrito al veterinario, estaba herido. Venía a ver a mi hermana menor y a mi prometida, no subí para asegurarme de si estaban aquí o no. —y me arrepiento. Debí subir.

—Muy bien. Estaremos informando cualquier cosa. Con permiso. —y se fueron.

(...)

Alguien tocó la puerta, la abrí y recibí un puñetazo.

—¡¿Cómo pudiste permitir que le pasara esto a YangMi?! —ese fue el cálido saludo de Geum-jae hyung.

—Hyung. —fue lo único que pude decir.

—¿Y SookHye? ¿Ya sabe lo que pasó?

SookHye, ella también se fue. A ambas las secuestraron.

—Ella estaba aquí cuando eso pasó. —respondí desanimado.

—¡Hyung! —una tercera voz se escuchó. Aguda, tierna, que te transmite paz cuando habla tiernamente pero gruesa cuando está enojado; Park Jimin. Geum-jae hyung y yo lo miramos.— ¿Es cierto que secuestraron a YangMi? —su voz se quebró. Él está enamorado de YangMi.

—Sí. —respondió Hyung.

(...)

—Contacta a Kim Namjoon. —llegando a mi oficina, le di la orden a mi secretaria de mandar llamar a Kim Namjoon.

—Si.

Entre a la oficina y empecé a revisar el informe que me entrego Kim Namjoon sobre su ridículo experimento. Bueno, muy ridículo no, en parte es genial, pero no es correcto.

—Disculpe. —entró mi secretaria.— El señor ya llegó.

—Hazlo pasar.— y volví la vista al informe.

Kim Namjoon entró, pero a diferencia de esa vez, viene con ropa informal. Se sentó enfrente de mí con toda libertad y como si le diera igual.

—Llegaste a tiempo.

—Estaba cerca. —miró la oficina.

—Iré al punto.

—Eso esperaba que hicieras desde que entré a este lugar. —dirigió su mirada hacia mí. Sonrisa maliciosa, mirada arrogante.— Por favor continúe, no tengo su tiempo.

—¿En dónde están? —cambió su mirada arrogante por una de confusión.

—¿Quiénes?

—Mi hermana y mi prometida. —NamJoon soltó una carcajada.— ¿Que?

—¿Min YoonGi tiene prometida? Vaya, que desafortunada.

—Imbécil.

—Si no vamos a hablar sobre el experimento, me voy. —salió de la oficina. Demonios.

Tire todo lo que está en mi escritorio, una rabieta. Estoy enojado, ellas ya no están aquí y me desespera, porque es lo único que sé, lo último que sé de ellas.

(...)

—No sabemos nada sobre ellas, aún no encontramos algo que nos pueda asegurar en dónde están o si están muertas.

—¿Qué? A caso dijo ¿"muertas"?

—Si. Es lo más probable.

Hyung se molestó más y azotó la puerta de mi casa.

—Lo siento, pero estamos desesperados por encontrarlas.

—Lo sé, pero no podemos hacer más. Sin pistas, es más difícil encontrar las. —me enfadé, obviamente lo iba a hacer, ¿No pueden hacer nada más? ¡Pongan a sus estúpidos e Inútiles policías a buscarlas! — me retiro. —y se fue.

(...)

—Kim Namjoon. —dije de repente. Y si, estoy tomando.

—¿Él qué? —Geum-jae salió de la cocina con galletas. Él y mi cuñada están viviendo aquí, no me quieren dejar solo. Por cierto, mi cuñada está embarazada.

—Él dijo que me iba a arrepentir si no aceptaba el experimento que tenía en mente.

—Yoongi, él no conocía a tu prometida ni a tu hermana, deja de pensar en tonterías.

—No son tonterías, son argumentos.

—¿Y en qué te basas para que esos argumentos sean válidos? ¿Eh? —por fin me miró, pero la molestia en sus ojos es evidente.

—En sus palabras, él me amenazó.

—Deja de decir tonterías. —y se fue.

(...)

—SookHye, ven para acá.

—No.

—Te comprare helado he iremos a jugar lo que tú quieras.

—Aceptó el helado y no quiero jugar, mejor vamos a la academia de baile, quiero bailar. Ese es mi...

—Tu sueño. —terminé su frase.

—Sí. —me sonrió y tomó mi mano.

—Entonces vamos por el helado.

(...)

—No sé nada.

—¿Qué?

—No sé nada, deja de molestar. Y dales de comer, así no van a sobrevivir y las necesitamos.

—Bien.