Eran las 4:30 pm cuando comencé a escuchar gritos afuera de mi casa, no entendía que pasaba así que camine hasta la puerta principal y la abrí lentamente para que no notarán que había hecho eso.
-Les estoy diciendo que dejen de molestarme- un chico de cabello negro estaba sentado en las escaleras que están afuera de mi casa.
-Eddie...- dijo otro chico de lentes.
-No me interrumpas, es la ultima vez que le pones un candado a mi cangurera- el chico se escuchaba molesto.
-Eddie...- dijo un chico de cabello rizado.
-¡Qué!- se levantó y al ver que todos los chicos veían hacía la dirección donde yo estaba.
-¿Quienes son ustedes?- los miré extrañada.
-Nosotros somos los p-p-perdedores- dijo un chico alto.
-¿Qué hacen aquí?- caminé un poco más cerca de ellos.
-El enano que ves ahí se enojó por que le puse un candado a su bolsa ridícula y le quité el nudo a las cintas de sus zapatos- dijo el chico de los lentes riendo.
-Que bien- dije un poco confundida.
Después de la presentación de todos los chicos comenzaron a irse.
-Richie no puedes irte, aún no le quitas el candado a mi...- se quedó callado al ver que el chico ya estaba muy lejos.
-Yo puedo ayudarte... Si quieres- dije tímida.
-P-Por favor- perecía nervioso.
Caminamos hasta mi habitación y busqué una aguja.
-Segura que podrás con eso- levantó una ceja.
-No me juzgues- respondí sin mirarlo.
Después de unos minutos tratando de abrir el candado... Lo logré.
-Eres la mejor- sonrió.
-¿Qué?- reí.
-Perdón lo dije en voz alta- sonrió sonrojado.
-Está bien, fue un placer ayudarte Eddie- sonreí también.
...
Desde ese día cada que llegaba de la escuela me encontraba algún "regalo" en las escaleras de mi casa y me parecía algo extraño, nunca en la había alguien me regalaba cosas.
-Recibiste otro regalo- Beverly estaba emocionada.
-Sea quien sea esta persona se ganó mi corazón- sonreí.
-Afortunada la persona que se gane tu corazón ¿verdad Eddie?- Richie golpeo a Eddie con el codo.
-Si... Claro- siguió escribiendo su tarea.
Después de la escuela caminé hasta mi casa aunque no quería llegar y estar sola el resto de la tarde, di vuelta en la ultima calle para llegar a mi casa y cuando llegue me encontré algo.
-Eddie- lo miré confundida.
-___ ¿Qué haces aquí?- el chico estaba demasiado rojo.
-Yo vivo aquí recuerdas- reí.
-Oh cierto- reía nervioso.
-¿Qué haces con ese anillo? Espero que no estés robando los regalos que me dejan- caminé hasta el.
-Yo no lo robaría porque yo lo compré- tapó su boca rápidamente al decir eso.
-Tu eres el chico que me deja algo todos los días- dije sorprendida.
-Si...- miró el suelo.
Era demasiada la alegría al saber eso y sin resistirme me acerqué a abrazarlo.
-Eres el mejor Eddie- me separé de el.
-¿Lo soy?- frunció el ceño.
-Nunca habían hecho algo así y es un hermoso detalle- sonreí.
-¿Me gané tu corazón?-
-Desde el día que te sentaste en las escaleras de mi casa-reí.
-Es bueno saberlo, estaré sentado aquí más seguido- parecía emocionado.
-Te esperaré Edds y... Gracias por todo- besé su mejilla y caminé hasta la puerta de mi casa.
-Te quiero- gritó.
-Y yo a ti- respondí antes de cerrar la puerta.
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Libre de exámenes por fin :) y esperó que te gustará el capitulo.
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