susurros.

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El tiempo no vuelve cuando queremos. Su libertad es lo que guía nuestra vida. Segundo tras segundo marca nuestros pasos, acerca las distancias de otra etapa antes lejana y separa nuestros recuerdos en un mar de olvido. El tiempo no concede, él corre, huye, desaparece como nuestras pisadas en la arena de un gran desierto. Pero a pesar de todo, el tiempo no es nuestro enemigo. Él arrebata, pero también da. Momentos que disfrutar, momentos que vivir. No es cruel, es nuestro profesor en una larga existencia que todos, en algún momento, lamentamos tener. Nos enseña a aprovechar cada segundo, porqué puede que para ti hoy sea un día especial, un día que no se va a volver a repetir, pero si así lo piensas, todas las semanas, horas, minutos y segundos son diferentes. son importantes, son especiales.

Solo existe una perdida del tiempo, y eso es pensar en él. Pensar en el tiempo es una perdida de tiempo. Cada momento tiene importancia. No te quedes parado esperando a que llegue alguien que te rescate, rompe las cadenas y vive tú tu vida. Crea nuevos mundos, nuevas tendencias, nuevas reglas, no esperes a que otros lo hagan por ti, porque el tiempo tampoco esperará, pero sí te agradecerá tu granito de arena en nuestra historia. Tú eres importante, como todos los demás.

El tiempo, concepto abstracto en el que nosotros basamos nuestras escusas, dónde nos apoyamos para huir. Ese, no tiene final. Así que agárralo con fuerza y no lo dejes ir sin haberlo disfrutado lo suficiente.

Natalia Alonso

Pd: Arriba en multimedia tenéis el video del relato que subí hace poco a YouTube.

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