🌸Quince🌸

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Isis se había puesto manos a la obra, encerrándose en su cuarto de investigación para revertir los tres enormes problemas que su ahora hermanito había causado, mientras que el responsable de esas desgracias se encontraba tranquilo tomando el fresco en una de las enormes habitaciones abiertas que mostraban una esplendorosa vista a Egipto.

Seth estaba maravillado y lo demostraba con sus ojos brillantes y bien fijos en la vista de la soleada mañana, recostado casi sobre las piernas de Osiris y mascando las uvas de un cuenco de oro. A su lado estaba Horus, que no había hecho más que contemplar el perfil de su tío, era tan pequeño, podía jurar que era inclusive más delgado que él, quien había trabajado en las artes de la guerra desde los seis años, preguntándose como es que ese niñito se había vuelto el poderoso Dios de la guerra, Seth.

El pelirrojo volteó hacia Horus sin previo aviso, provocando que el otro se crispara y sonrojara por lo repentino que había sido — Entonces tú eres el hijo de mi hermano Osiris...¿Cuando se casó, que ni siquiera me di cuenta?

— Ehh... — Horus bajó la mirada con extrañeza y Osiris soltó una risa suave, lo que llamó la atención de Seth.

— Es difícil de responder eso — el dios de la vida realmente no quería confundir al niño explicándole cómo se había casado hacía mucho y que él también lo estaba con Neftis, así que simplemente le acarició el pelo y lo colocó detrás de su oreja con claro afecto — ¿Por qué no vas a jugar con Horus un rato? El día de hoy es estupendo para que socialicen y se conozcan más como familia...

El pelirrojo simplemente se encogió de hombros, levantándose de un salto y tomar la mano de Horus para arrastrarlo fuera ante la atenta mirada de Osiris.

Antes de salir directamente Horus volvió a ver de una forma fugaz a su padre, notando de nuevo esa expresión "distinta" ante la cabellera rojiza que desaparecía por el pasillo, y un incontrolable desagrado interno le hizo sentir que algo estaba mal ahí.

Y entonces dejó de estar en su campo de visión, ladeó el rostro hacia el frente, siendo el precioso pelo rojo lo que le saludó, seguida de la cálida mano delgada de Seth rodeándole su muñeca y dándole un confort agradable.

Horus soltó un suspiro. Lejos de un accidente, esto parecía ser un regalo de los dioses supremos para él.

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No estaba muerto, andaba de parranda y con mucho trabajo de la uni, Meperd0nan¿

En un rato subo la parte 16 y 17 ;;;;

En la mira de un pequeño Halcón [ENNEAD]Where stories live. Discover now