🌸Veintinueve🌸

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Había algo extraño en este ambiente, estaba de pie en la orilla del lago cerca del templo de Geb, podía escuchar el sonido de los insectos revoloteando entre los juncos y la brisa suave le tocaba la cara. Se sentía bien, pero, sí, era diferente.

Horus se sentó en la arena húmeda y tomó un tallo verde el cual se llevó a la boca, el sabor difuso fue lo que le hizo entender que, en realidad, esto era un sueño. Recordó vagamente las cosas que hizo antes de ir a dormir y aparecer eventualmente aquí, y pensó que tal vez esto era un sueño profético.

No era anormal que un dios los tuviera, sobre todo los dioses como Thot, de los sueños podían vislumbrar visiones del fututo, o también solían comunicarse a través de ellos, o atacarse...

De todos modos, esto se sentía demasiado bien como para considerarlo un ataque, el calor del sol no le quemaba la piel y el sonido del río era agradable, el agua brillante se veía más cristalina y fresca, dándole antojos de desnudarse y meterse a nadar. 

Pero ya se habían adelantado a su cometido. Casi de la nada, la cabeza roja de Seth salió, fue tan repentino que Horus jadeó, echándose hacia atrás y cayendo de espalda contra la arena. La risa de Seth fue ruidosa, Horus parpadeó repetidas veces antes de caer en cuenta de lo que había sucedido

— Oh, tío, yo...  — Horus logró incorporarse con torpeza, mientras se sobaba la cabeza aun mareada.

Casi al instante, la risa de Seth se detuvo, su mirada cayó directamente hacia su persona a la vez que su boca se movía en una mueca extraña  — Uhm, tío, no me habías llamado así en mucho tiempo...

— ¿Pe- perdón...?

Finalmente Seth salió del agua, su cuerpo delgarucho y pálido estaba desnudo. No era extraño para ninguno mostrarse sin nada de ropa encima, a veces, cuando el calor era insoportable, ambos se tendían en el suelo fresco de la entrada, desnudos, uno a un lado del otro. Habían hecho eso incontables veces y nunca hubo un pensamiento diferente de su parte, nunca...

Hasta ahora.

¿Qué era esta sensación? Estaba viendo el mismo cuerpo desnudo de siempre, pero había algo, un no sé qué que simplemente le hacía percibir algo más.

Las costillas se le remarcaban en la piel, el vientre había perdido la forma redondeada infantil y sus músculos ya comenzaban a mostrar la firmeza del entrenamiento en cada movimiento. El agua le caía por las orillas de su cabello cada vez más largo, bajando por sus hombros huesudos y quedándose encima del pecho, donde ambos pezones ya comenzaban a erizarse por el aire.

Seth le sonrió, enseñando los dientes, y Horus se levantó de un brinco.

Con un jadeo ahogado, se descubrió a si mismo en la habitación oscura. Los grillos chillaban insistentes a través de la ventana abierta y la respiración de Seth al otro lado de la habitación comenzó a regresarlo poco a poco a su realidad.

Fue un sueño, fue un sueño, fue un sueño.

Se sentía sudoroso, empapado, y no comprendía qué era toda esta espiral de pensamientos extraños dándole una y mil vueltas en la cabeza.

Cuando se hubo estabilizado un poco se incorporó de la cama. Seth seguía en la misma posición de siempre, dándole la espalda y con la cama llena de sus cosas gracias a que prefería ordenarlas todas al día siguiente.

Horus quería levantarse sin hacer ruido, pero se detuvo abruptamente debido a la sensación extraña que estaba comenzando a sentir sobre la cama. Con miedo y vergüenza retiró la sabana de su cuerpo — Pero... ¿Qué es...? ¿Me oriné...?

Tardó un poco más en descubrir que eso no era orina.

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⏰ Last updated: May 11 ⏰

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En la mira de un pequeño Halcón [ENNEAD]Where stories live. Discover now