CAPÍTULO 2

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–Entonces ¿salimos este fin de semana? –preguntó Jake con una sonrisa casual, misma que me derretía. ¿Cómo podía negarme a una salida con la persona que había hecho que creyera llena de ilusiones?

–Sí. –mi respuesta fue automática, no tuve que pensarlo mucho para responder, su sonrisa se ensancho e hizo que igual la mía creciera, amaba a Jake Henryck, era el chico más guapo que había visto, estaba segura que él era mi alma gemela, estaba segura que él y yo podíamos ser una pareja que duraría toda la vida, así como en las películas románticas que veía con mi madre cada domingo.

–Genial. ¿Nos vemos aquí a las 7:00pm?

–Perfecto.

–¡Bien! Te veo mañana. –fue lo último que dijo y se alejó hacia sus compañeros, ellos voltearon hacia donde me encontraba parada y comenzaron a reír y darle palmadas en el hombro a Jake, me aleje de ahí, no toleraba ver a sus odiosos amigos.

Terminada las horas de clase, camine con el único objetivo de irme a casa, había sido un día completamente largo y agotante, estaba cansada y necesitaba acostarme, me dispuse a caminar hacia la parada del autobús, tenía la esperanza de ver a Jake ahí también, como casi siempre me lo encontraba pero no, él no estaba ahí, sino su mejor amiga Stacy, la típica chica popular con quien todos quieren compartir un buen sexo, sin embargo la zorra era más inteligente de lo que parecía escondida tras esa rubia cabellera teñida, no se liaba con cualquiera y buscaba proteger a quienes consideraba "suyos" a cualquier precio, trate de esconderme para que no me viera, pero sus enormes ojos verdes se centraron a mí.

–¡Jess! –exclamó con su maldita vocecilla chillona.

–¿Qué quieres? –pregunté de mala gana, no tenía muchas ganas de hablar con ella, en realidad no quería hablar con nadie que no fuera Jake.

–Me he enterado que vas a salir mañana con Jake.

–Eh, sí ¿por qué?

–Bueno, no sé si lo sepas, pero Jake es mi mejor amigo y bueno no es como que me guste que él saliese con cualquier mojigata que se le presente en el camino. –comenzó diciendo poniendo cara de inocente mientras jugueteaba con un mechón de cabello.

–Mira, si vienes a amenazarme para que yo no salga con él te voy a decir que solo vas a perder tu tiempo.

–Bueno, solo digo que, si solo piensas acostarte con él, es mejor que ni lo intentes, no es de esos chicos que se acuesta con cualquiera. –dijo ella muy segura de sus palabras, mientras miraba sus uñas pintadas a la perfección.

–¿Quién ha dicho eso? –reclamé enojada. ¿Cómo se atrevía a tratarme de cualquiera?

–Ups, es verdad, he olvidado que eres virgen. –exclamó riéndose en mi cara sin vergüenza alguna lo que causo que me enojara más.

–¿Cómo te atreves?

–¿Yo? –exclamó fingiendo no saber nada.

–Sabes. Deja ya de molestarme voy a salir con él te guste o no, y si me acuesto con él o no, no es tu maldito problema ¿estamos? –contesté enojada, Stacy se quedó pasmada, pero una cínica sonrisa se formó en su rostro, iba a decir algo más cuando el autobús llego y me subí a prisa, ¡gracias al Señor!, porque no iba a soportar un minuto más con ella ahí, si seguía hablando y calentándome la cabeza con cada palabra que saliera de su boca le iba a jalonear sus cabellos teñidos y aquello no iba a ser algo digno de mí; me senté en la ventana, Stacy seguía ahí parada, cuando el autobús comenzó a andar, ella sonrió y dijo "adiós" con su mano, sin embargo, yo sabía que no era un gesto amable de su parte. Intente relajarme, exhale con desgana y saque los audífonos de mi mochila, si había algo que me hiciera olvidarme de todo era la música.

Cuando llegue a casa, mamá no estaba, lo más probable es que hubiese doblado turno y aquello significaba que llegaría muy de noche y que estaba sola en casa, algo que pasaba seguido, recalenté la comida de anoche y comí, subí a mi recamara a hacer algo de tarea, pero estaba demasiado cansada que termine acostándome en la cama sumergiéndome en un profundo sueño.

Desperté a las 7 de la noche, no tenía hambre así que no cene, abrí mi computador y me senté a hacer tarea, la tarea que haría llegando de la escuela, pero como siempre tenía esa manía de abrir mi Facebook, casi nunca recibía mensajes ni había nada interesante que ver ahí, pero era uno de mis malos hábitos, mi madre siempre me regañaba por hacer aquello.

Bajaba el navegador, para ver si encontraba algo que me interesará, hasta que la ventana de chat se abrió, era un mensaje de Jake, mi corazón salto de alegría y los nervios se apoderaron de mí.

"Que tal"

Un mensaje sencillo, pero que me hacía brincar de emoción.

"Hola" respondí como siempre, simple y casual, cerré la ventana de chat, pero esta volvió a abrirse al mismo tiempo, eso significaba o al menos quería creer que él estaba esperando mi respuesta, lo cual me hacía sentir la persona más feliz del país.

"Solo para recordarte la salida de mañana"

Aquella oración me hacía emocionarme cada vez más, quería que amaneciera ya para poder salir con Jake, quería salir con Jake, quería estar con él.

"No lo olvido" contesté.

"¡Genial!"

"Sí"

"¿Qué haces?"

"La tarea de Benson"

"Es verdad ¿qué fue lo que dejo Benson? No entre a su clase esta mañana."

"Un reporte de una lectura. ¿Por qué no has entrado?"

"Tuve una pequeña emergencia, nada preocupante ni que se pudiera resolver"

"Espero que todo se encuentre en orden"

"Está todo en orden, gracias por preocuparte"

Así nos la pasamos toda la noche, hablando de cosas sin sentido, compartiendo gustos de todo tipo, desde música, películas, series de televisión y mi pasión por la lectura cosa que él no hacía, ni compartía conmigo, en realidad no compartíamos nada en común, éramos tan diferentes el uno del otro, teníamos diferentes gustos y diferentes personalidades, sin embargo había algo en él que me mantenía hechizada, que me encantaba y que me hacía pensar que él era la persona que más quería en el planeta, y si, había estado enamorada de él desde la secundaria, pero, nunca le hable, nunca me le acerque ni planeaba hacerlo, el cambio de preparatoria me hizo creer que nunca le quise, sino que, era un simple flechazo de adolescente, hasta que ingresamos al mismo campus y le vi, entonces aquellos sentimientos regresaron, había cambiado muchísimo del chico que yo conocía en la secundaria, estaba más guapo que antes y su cuerpo no era el de un simple adolescente, estaba muy bien trabajado y aquello era lo que atraía a todas las chicas del campus, estábamos en diferentes carreras, pero, compartíamos una clase, la del odioso y aburrido señor Benson, que impartía la clase de "Derecho" sabiendo que él compartía esa clase conmigo, o al menos después de ver su nombre en las listas me negué a creer que fuera el mismo Jake que conocía, hasta que atravesó la puerta del aula, el señor Benson le reclamó su tardanza, él simplemente sonrió y emitió un "lo siento" su voz, esa voz profunda me hizo levantar la mirada, para ver sus ojos cafés, mismos que se cruzaron con los míos e hiciera que mi corazón palpitará con frenesí, volteé la mirada a otro lado mientras yo intentaba controlar mi agitada respiración a causa de los nervios, desde ese entonces supe que Jake no era simplemente un pequeño gusto de secundaria, sino que Jake se había convertido en la persona que amaría por el resto de mi vida, mi más grande ilusión pero también mi mayor pesadilla.

Te amo por siempre.  A veces el amor nos vuelve locos.Where stories live. Discover now