𝑺𝒐𝒎𝒆𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈.

real life!

—¿Y cuándo pensabas decirme idiota?—inquirió, tomó su taza de café por quinta vez, su pie no paraba de emitir ese sonido molesto que me empezaba a desesperar.
—Quieres, por favor, te lo ruego Clare, de golpear el piso frenéticamente con tu pie, es molesto y exasperante, haces que pierda la poca paciencia que poseo.—sonreí.
—¿Paciencia? ¿Tú, Lara Charlotte Statham, tienes paciencia?—rió irónicamente.
Llevé mi cabello hacia atrás con mis manos, la miré, inhale aire y lo solté, tomé mi vaso con limonada mineral y bufé después del gran sorbo que le dí.
—Clare, por favor, basta, sólo será una semana, ¡Vamos! Será Italia, es un bonito lugar... Creo.
—Bien, tú ganas, iremos, pero te lo suplico, has que Holland o Harrison me hagan caso.—sonrió.
—¿Qué pasa con Jake?—cuestioné, y al parecer toqué tema delicado, sus ojos acumularon agua, tomé sus manos tratando de darle reconfort y ella sollozó.
—Ese imbécil,—murmuró—si sale con esa mujer, esa perra entrometida de mierda.—vociferó.
Limpió con brusquedad aquella gota de agua resbalar por su mejilla, tomó de nuevo su taza de café y sonrió, de nuevo.
—Cuanto lo siento, Clare.—murmuré.
—Descuida, son hombres, son unos idiotas.
Reímos, miré las calles de Londres, una bella ciudad llena de personas pasar con prisa y autos lindos, un clima increíble a mí gusto.
—¿Cómo vas con Timmy? Vi los comentarios de tú última foto en insta, es toda una bomba de tiempo, Latte...
—Sabes que no me gusta ese nombre, Clare.
—Pero a mí sí, así que te chingas,—sonrió y prosiguió:—Tim es un chico afortunado y tú una chica afortunada.
—Sí, lo sé.
—Sería cool que volviéramos a Rusia.
—No quiero regresar, Clare, es un lugar muy bonito y es especial, pero no quiero volver, no puedo.
—Bien, entonces, Latte, ¿Tienes algún spoiler para mí?—sonrió.
—Bastantes, Clare.