ahí me encuentro yo,
acostada al lado tuyo,
un silencio cómodo repentino,
tu mano bajo tu rostro,
centímetros que nos separan.
viendo tu pelo caer sobre tu cara,
mientras me mirás,
un poco de satisfacción y un poco de alegría,
me mirás como si nada importara,
sólo me escuchás a mí,
esperando que mis ojos te vuelvan a encontrar.
y seguís ahí,
todo tan espontáneo que parece armado,
algo que tenía que pasar.
contemplándonos,
viéndonos más alla de las miradas,
la distancia parece desaparecer.
y mientras tanto yo pienso,
que lo haría de nuevo.
que mis dudas no existen,
y que un calor se enciende en mi pecho,
subiendo por mi garganta,
pienso que tal vez pueda quererte.
tal vez me guste verte acostada a mi lado endulzándote con mis palabras,
teniéndote cerca,
me olvido de todo lo que somos,
y creamos algo nuevo.
me elevo a un estado de calma,
calma antes de la tormenta,
de un huracán indomable,
que me hace perder el aliento.
pero antes,
quiero volver a mirarte.
