-Narra Luke-
-QUE TE ENCONTRÓ COMO, LUKE SI SERÁS IMBÉCIL-gritó mike.
-Lo sé, soy de lo peor, pero la tentación me ganó y ahora lo eché todo a perder-dije cabizbajo.
-Amy tiene toda la razón de estar enojada.
-Te llamé para que me dieras consejos no para que me restregaras que está enojada.
-Pero si sabes que tengo razón- bufé- Pero es verdad soy tu amigo y debo ayudarte ¿Has intentado hablar con ella?-Preguntó.
-Sí, pero cada vez que intento hablar con ella me manda para a ver si CliffordConda puso huevos.
¿Las anacondas ponen huevos?
No lo creo, pero en fin...
-Este jodido hermano.
-¡Ya lo sé, no tienes porque recordármelo!- exclamé exasperado.
Sé que la cagué feo, pero la carne es débil, lo sé, eso no me justifica pero Agh, he intentado de todas formas y Amy sigue sin hablarme, mala la hora en que caí en la tentación.
-Pero llévala al parqué, al cine o que se yo, ingéniatelas para algo tienes cerebro.
-Yo tengo cerebro, no como tú, que tantos tintes te han dejado sin cerebro y casi calvo ya.
-Te metes otra vez con mi cabello y le irás a pedir ayuda a la señorita tetas de algodón- al decir lo último rió.
-Vale, Vale- alcé los brazos aunque no él no me estuviera viendo- Ayúdame- supliqué.
-Llévala al parque de Diversiones- sugirió.
-¿Pero cómo? Si ni la puerta de la habitación me quiere abrir.
-¿Por qué será?- dijo sarcástico. Rodeé los ojos- Miéntele, secuéstrala, engáñala, viólala, Bueno lo de violarla no-se corrigió- Pero ingéniatelas y has que vaya contigo y así tú aprovechas y quien quita y te perdone, o también puede ser que te descuartice y ponga tu cabeza encima de la montaña rusa.
Alguna vez mencioné que tengo el mejor amigo del mundo, buenos mal que no lo hice.
-Acompáñame- le pedí- Si tú vas con nosotros cabe una pequeña posibilidad que llegue a casa con vida.
Y es verdad, ya la conozco molesta y se lo que es capaz de hacer, yo soy el único que sigue haciéndola molestar y el porqué ¡Porque me gusta la mala vida!
-Ni loco, será para que Amy me castre por alcahueta- dijo.
-Oye, gracias, sé que cuento contigo para las que sea.
-De nada, pero hey, me dejas tu teléfono si ella te mata.
Cabe la posibilidad de que mi vida esté en peligro y este cabeza de tomate pensando en mi teléfono ¿Debo sentirme triste?
-Si muero, en mi testamento dirá "Michael Clifford, usted recibirá todas las deudas del señor Hemmings, mientras que Barnie usted se queda con el IPhone5"
-Yo sé que en el fondo me amas-fingió un sollozo.
-En el fondo del primer volcán en erupción que encuentre-reí.
-Que malvado-dijo- Más tarde me cuentas que tal te fue con Amy, tengo una cita con dos gemelas totalmente ardientes, y no me la voy a perder por estar escuchando tus lamentos.
-Ya sé para no volver a llamarte.
-Sí que lo harás- hizo una pausa- Siempre vuelven a llamarme- presumió.