—¡¿Son estupidos?! —Exclama Kagura enojada mientras miraba de mala manera a su hermano y seguía con sus manos estiradas.

—Él cree que puede quitarme a Suiren

—Pasaste ocho años con ella, es mi turno

—No creo que lo más conveniente sea que Suiren se separe de su mamá, Kamui. —Trató de calmar las aguas, esos dos comenzarían una guerra mundial.

—Cierra la boca, no tienes hijos—Le refuta Kamui molesto, ella no entendía de hijos. No es mamá.

—No le hables así a tu hermana—Sougo se apareció con sus manos en el bolsillo, pero en guardia mentalmente por si debía batallar con ese oji azul.

—¡No necesito un defensor maldito pervertido!—Le grita la bermellón ruborizada

Natsume se acerca a Kagura y le baja el brazo mientras mira a Kamui. —Te haré trizas—Amenaza

Él entonces se acerca a Kagura y le baja el brazo—Voy a descuartizarte

—Jamás estuviste, no tienes derecho a reclamarla

—No fue su culpa, él no sabía que estabas embarazada. Pero capitán, no puedes llevarte a Suiren. —Explicó Abuto —Ella es la mamá

—Tal vez si puede —Dijo Sougo pensativo

—¡C-cállate sadico idiota! —Kagura se coloca a su lado—¿Qué estas diciendo?

—Que Suiren pase un tiempo en el espacio con él. —El castaño ahora mira a Natsume—Tómalo como un descanso Natsu, y si no vuelve, iremos a buscarlo. Te lo prometemos.

Pensó que sería una manera de calmar esa culpa que sentía. Ella miró a Sougo, y luego miró al pelirrojo cruzando de brazos. —¿La protegerás?

Realmente no quería devolverla. Pero la idea del policía era una forma. Y tal vez a su hija le agrade vivir con Kamui un tiempo.

—Si la pequeña conejita desea quedarse en la nave, sería un placer tenerte nuevamente con nosotros—Abuto mira a Natsume.

Ella jamás pensó la idea de volver arriba y dejar la tierra. Se había quedado en ese lugar por el deseo de Kouka. Kagura le hablo de ella. Y realmente piensa que cumplir el deseo de la abuela de Suiren era lo mejor y más cómodo. A pesar del sol.
Todos ahora miraron a Kamui, esperando una respuesta a lo que Abuto ofrecía. Sinceramente esa idea le agradaba, porque lo que le molestaba era ese gafas, y si tenía a las dos con él, Shinpachi no se acercaría a ninguna de las dos. —Si, pueden quedarse.

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A través de las sombras. Al borde de la noche, los demonios yato dormían en su nave, esperando la dulce mañana para irse, y ahora con un nuevo miembro. Suiren.El plan era el siguiente, la pequeña conejita iría con Kamui por un tiempo, y luego Natsume los acompañaría. Ella tenía algunas pendientes en la tierra, además de querer que ellos pasen tiempo solos.  Kamui no durmió, su semblante miraba el techo, estaba recostado, y pensaba en la promesa que le hizo a Natsume.
Suiren es su sangre, es su hija, y la protegería aún si su vida dependía de ello. Visualizaba en cómo sería su vida ahora, y en cómo podía criarla él solo.
Decidió ver la luna con sus ojos, airearse un poco con la dulce ventisca veraniega.
Al salir, inhalo por su nariz mientras cerraba sus ojos y mantenía su cabeza al frente. Abre sus párpados rápidamente para formar una sonrisa sadica. Abuto y dos más salieron de la nave. —¡Nos atacan! —Exclama el castaño con alegria.

𝐑𝐞𝐝𝐚𝐦𝐚𝐧𝐜𝐲 | 𝐊𝐚𝐦𝐮𝐢Where stories live. Discover now