Un día a la vez

Día 1: Consecuencias

Llegué a casa con muchas esperanzas. Entre con ganas de empezar a trabajar en mí y que el tiempo se vaya volando, pero... debo confesar que no duró mucho. Miré a nicky, mi gatita, y me senté en el piso a llorar, abrazándola. Por eso es que siento que hoy es el día más difícil de todos. Uno, porque siempre me ha costado el doble dar el primer paso. Saber que me esperan muchas noches de insomnio, muchos momentos agrios en el día, cuando me golpee la realidad y mi sonrisa se borre. Muchas dudas. Tener que aguantar mis lágrimas cuándo vea a mi familia. No poder sonreír completamente. Y dos, porque debo aceptar que tú estás sonriendo con alguien más, alguien que puede caminar tocando tu mano suave, que puede besarte, que puede hacerte sonreír con tonterías... maldición, incluso imaginarlo duele. 

Sin embargo, por mas que reniegue y llore, no puedo reclamar absolutamente nada. Son las consecuencias de mis actos, de todo este tiempo sin valorarte, sin saber decir te amo, pensando que siempre estarías para mí. Creyendo que entendías mi manera tosca de demostrar mis sentimientos. ¿En qué estaba pensando? No puedo perdonarme aún.

Desde hoy he dejado de abrir muchas aplicaciones. Tengo miedo de revisar facebook o whatsapp, encontrar alguna foto que me tumbe. También me da miedo romper la promesa y escribirte, lo que sea, un "hola"... un "quiero verte". Incluso decirte para jugar un rato. Demonios, ni si quiera puedo mantener alegre ese recuerdo, porque viene a mi una voz que me recuerda que todo es culpa mía. Lo siento. Aún me queda mucho por mejorar.

Sé también que no debo perder de vista el objetivo de estos treinta días. Necesito ayuda. No nos alejamos solo parar extrañarnos ¿cierto? lo hicimos para sanar, bueno, al menos quiero creer eso ¿Tu también me esperarás, cierto?¿o es que solo pediste este tiempo para que termine de enfriar todo?¿Pensarás un poco en mi? o ¿te duermes sonriendo con un mensaje de él? No quiero saber la respuesta. No quiero entrar en pánico. Mejor iré a cenar de una vez.

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Hola de nuevo, son casi la medianoche... Sin darme cuenta, se ha acabado el día. Creo que escribirte esto me ayudará a no sentirme tan lejos de ti y a soportar tanta soledad. Me despido. Espero poder dormir sin tener que tomar un vaso de whisky y pronto tener buenas noticias sobre mi avance, no solo quejas y lamentos.

 Buenas noches, K.

*Es gracioso darme cuenta que, aunque empiece hablando solo, termino escribiéndote a ti, siempre a ti. 

*Esa canción ha sonado todo el día en mi cabeza y es el fondo musical de este día.