Capítulo 1

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Taeyong miraba el techo por otros 20 minutos más, en total ya llevaba una hora con veinte minutos. Sentía su cerebro hacer corto circuito, tratar de combatir contra su propio cerebro para no dormir era una tarea difícil de hacer. Los sueños se habían vuelto cada vez más sombríos.

El primero fue sólo extraño, el caminaba por un largo sendero con enormes árboles que cubría casi por completo la luz del sol, el siguiente se trataba de él caminando por un museo y todas las pinturas que estaban en exposición, que consistían en ojos, lo seguían con la mirada. Ambos sueños los atribullo a que solo ere estrés universitario, llevar la carrera de danza lo estaba exprimiendo totalmente.

Pero el tercero fue un poco más perturbador, se encontraba en un jardín tomando el té sobre una silla y mesa de madera a juego, hermosos rosales rodeaban el jardín. Recuerda posar su vista frente a la fuente situada en medio del jardín que poseía una mujer que vacíaba una pequeña tina dentro de esta. De pronto el agua adquirió un tono rosa para terminar siendo un rojo tan denso que sentía que se ahogaba con solo verlo. Ese sueño lo agitó tanto que terminó en el piso respirando con dificultad.

Cada noche era un dilima y una agonía, como descansar si cada noche era una pesadilla. Soltando un sonoro suspiro de resignación cerro los ojos y pidió al cielo que por favor fuera una noche tranquila. Con el pasar de los minutos su respiración se fue haciendo cada vez más lenta, levemente abrió sus ojitos adormilados y los cerró por fin.

Pero como si de un perpadeo se tratara todo a su alrededor cambio. Se encontraba en una noche de feria, pero extrañamente eran como esas que las películas americanas mostraban. El sonido de los juegos mecánicos sonaban estrepitosos entre las conversaciones ruidosas de las personas, dio una vuelta sobre su mismo eje tratando de descubrir si había algo familiar o si algo terrorífico se acercaba pero parecía que todos estaban en su mundo.

Camino a pasos cuidadosos entre la gente, todos americanos a simple vista. Fue el primer hecho extraño que noto, el segundo fue que nadie estaba dentro de los juegos pero estos funcionaban como si llevarán pasajeros. Ante eso sintió como su estómago se contrajo, respiro más rápido y presuro el paso. No sabía a donde ir pero igual no se detendría.

Vamos por el....

No hay escapatoria....

Atrapalo...

El viene por ti, no hay forma de escapar...

Llora, grita...

No hay nadie más aquí, nadie te ayudara....

Las voces habían vuelto a sus sueños, eran tan desquiciantemente chillonas y quebradas que siempre cubría sus oídos pero era inútil, ellas venían del interior de su cabeza y buscaban enloquecerlo.

Corrió rápido hasta ver el final de la feria pero cada vez que avanzaba el final se alejaba, con lágrimas en los ojos corrió en otra dirección chocando con algunas personas, sin saber cómo llegó al centro de la feria. Ahora su corazón se encogió dentro de su pecho.

Solo cuando se detuvo a respirar se percató que ya no escuchaba las voces de las personas, solo los juego rompían el silencio tan abrumador que se formaba en el ahora espeluznante campo ferial. Con temor posó la mirada en las personas que aún rondaban.

Trago grueso y apretó sus pueños hasta dejar sus nudillos blancos, el destino estaba siendo cruel con el otra  vez en sus sueños y ni si quiera podía llorar o gritar.

M O R F E O  [JohnYong] Where stories live. Discover now