Your mess is mine ¦¦ L. S

Capítulo 3: Eres una visión celestial.

Louis sabe que siempre recordará la primera vez que vio a Noah.

Pasaron tres semanas antes de que supuestamente naciera Noah, por lo que, naturalmente, Louis estaba absolutamente loco de preocupación. Esperar durante horas en una silla incómoda mientras su madre le susurraba que todo estaría bien no ayudó exactamente, y el hecho de que Luke no dijo ni una palabra de consuelo definitivamente no ayudó.

Finalmente, después de lo que parecieron años, el médico llamó a Louis y Luke a la habitación donde encontraron a un bebé absolutamente diminuto chillando desde una pequeña cama que estaban usando para pesarlo. Natalie les estaba sonriendo a los dos con cansancio desde su propia cama y Louis fue directamente hacia ella por instinto.

"Es un niño", se había reído por el cansancio. "Ve a verlo, Lou".

Mirando hacia atrás, Louis probablemente debería haber notado la forma en que Luke simplemente miraba a su hijo como si no tuviera idea de lo que estaba sucediendo, pero por supuesto que no. Todo lo que vio en ese momento fue el bebé más adorable del universo, sus pequeños dedos de manos y pies, el mechón de cabello oscuro en su cabeza.

Una enfermera terminó de envolverlo en una manta suave y sonrió cuando vio la expresión de puro asombro en el rostro de Louis. "Puedes abrazarlo ahora, si quieres", susurró, levantando suavemente al bebé que todavía gritaba.

Louis asintió como un idiota y no se detuvo hasta que la enfermera le entregó a su hijo. Ha sostenido probablemente cientos de bebés en su vida, pero ese momento fue muy diferente. Louis fue muy cuidadoso, más cuidadoso que nunca con cualquiera de sus hermanos honestamente, principalmente por el hecho de que este era su bebé.

Noah dejó de llorar lo suficiente como para abrir los ojos y fruncir el ceño, y eso fue todo lo que necesitó para que Louis cayera por completo.

"Oh", jadeó, levantando la mano para trazar suavemente las mejillas de Noah. "Hola. Hola bebé, oh Dios mío. Eres perfecto, ¿verdad?"

Mientras Luke observaba desde su costado, Louis le hizo cosquillas en la pequeña palma de Noah y casi se echó a llorar cuando su hijo apretó toda su mano alrededor de uno de los dedos de Louis.

"Probablemente debería ir a avisar a tu madre", murmuró Luke, interrumpiendo el momento.

Louis levantó la vista y encontró a su esposo mirando a su bebé con las cejas fruncidas. "Cariño, ¿no quieres abrazarlo?"

En un instante, la expresión de Luke cambió y sonrió, pero después de tantos años juntos, Louis supo cómo era su falsa sonrisa. "Te ves genial así", había susurrado suavemente, dejando caer un beso en la frente de Louis. "Ya vuelvo".

Louis podía sentir su corazón romperse mientras veía a Luke irse. Ni siquiera había abrazado a su hijo todavía, no había derramado una sola lágrima. A Louis le dio náuseas.

Natalie, que había estado observando todo el intercambio a través de su estupor inducido por las drogas, suspiró y acarició la pequeña cama en la que estaba. Ven y siéntate aquí a mi lado, Lou. Él vendrá ".

La misma enfermera amable ayudó a Louis a acercar una silla al lado de Natalie, donde eventualmente terminaría pasando horas a la vez en los próximos días. Se sentó cuidadosamente, asegurándose de no empujar a Noah, quien finalmente había dejado de llorar.

Natalie miró y sonrió al bebé en su brazo. "Lo hice bastante bien, ¿eh?" Ella respiró, lo que hizo que Louis sonriera de nuevo.

"Es hermoso", dijo Louis en voz baja, mirando hacia donde su bebé todavía sostenía su dedo con fuerza. "Gracias, Nat, sinceramente. Te amo mucho."