La clase D

Prólogo

"No fuimos la mejor clase, me atreveré a decir que fuimos el penúltimo peor grupo; el peor siempre fue el "E" pesa a sus buenas calificaciones que tenían, ellos si eran unas mierdas de personas, mi grupo no fue el mejor pero se esforzaba por querer cambiar."

Al regresar de mi casa, empecé a hacer la rutina de siempre, mientras revisaba el correo que había llegado mientras no estaba, la mayoría eran los recibos que debía pagar, para mi no era ningún problema puesto que tenia una economia estable. Cuando estaba apunto de tirar los sobres para preparar mi cena vi un extraño sobre amarillo, lo unico que tenia escrito era mi dirección, lo abri sin ningún cuidado, un pequeño papel se encontraba dentro, lo saque rápidamente ante mi curiosidad.

Mire atentamente lo que llamaría una "invitación" era la foto grupal de la preparatoria que tomamos apenas unas semanas antes de la graduación, en la parte trasera de dicha foto estaban escritas apenas unas cuantas palabras "Te esperamos en la institución, reunión de ex alumnos a las 18:00 horas" volví a voltear la foto analizando cada una de las caras que estaban en aquella foto.

Todos estábamos con el uniforme haciendo muecas chistosas, la foto era totalmente informal, fue tomada con la cámara de un celular, mire a mi yo de 17 años, sonriendo ampliamente abrazada del profesor levantando la mano como si saludara al que tomó la foto. El único profesor que estaba, fue el único que nos tuvo la suficiente paciencia para soportarnos, amábamos sus clases, tenía una forma de enseñar que hacía que pusiéramos atención en su clase, portaba una camisa manga larga negra con una corbata blanca y un pantalón excesivamente llamativo color azul, era una persona con demasiada confianza, se demostraba con su manera de vestir y hablar.

Guarde la foto negando cuando mi celular empezó a vibrar, mire atentamente la pantalla viendo el nombre de una mujer realmente insoportable, y no, no era mi mamá, esta chica en específico era conocida en su época de gloria como "ojos del diablo", me pareció tan chistoso su apodo que jamás le cambie el nombre de contacto durante estos 25 años.

― ¿Hola? ¿Estoy hablando con ojos del diablo?

― ¡Dime que...―No se escuchó nada del otro lado de la línea, de pronto unas enormes carcajadas se escucharon―Hace tiempo que no escuchaba ese apodo

―Era mejor el tuyo que el mío

―Oh vamos, el tuyo no era tan malo

― ¿Qué quieres? Iré a hacer las compras

Cambie rápidamente de tema antes de que mencionara mi "gran" apodo, no era tan malo como lo hago parecer, de hecho, es algo bastante común pero fue mi época de gloria como también fue mi época oscura, un pasado negro que no quieras que personas nuevas que conoces lo sepan ya que te causa vergüenza. Como las veces que actuaste como un estúpido, aquella vez que escribías horrible, fotos que subiste que son realmente nacas, entre otras cosas.

Espere en silencio su respuesta, suponiendo las miles de cosas que podría decirme, mi preciada amiga de hace ya más de 25 años, a esa mujer le ha pasado de todo y cuando digo de todo, es TODO. Desde ser casi secuestrada a luego ya no hasta de quedarse dormida en la taza de su baño a las 3 de la mañana mientras hacía sus necesidades básicas. No era de extrañar con que cada día saliera con una anécdota más extraña que la anterior. Ese era nuestro pan de cada día.

―Dime que iras a esa reunión.