-¿Sabes que será?- pregunto para evitar que siga probablemente insultandome; inmediatamente sus delgadas manos bajan hasta su estómago para sonreir.

-Gabriel- ríe- el padre quiere que sea sorpresa- me hace señas con la mano para darle espacio en la mesa- Estudia enfermería- la miro con detenimiento- Es un amor, siempre esta pendiente pero quisiera matarlo cada vez que menciona que es mejor dejar como sorpresa- hace comillas con los dedos- el género de mi pulga- advierte resaltando claramente que es su ¿pulga?, cada padre y sus apodos hoy en día.

Ya con más calor en el cuerpo me estiro pero no veo por ningún lado a Xav, seguramente sigue enfrascado en la llamada.

-¿Deseas consumir algo más?- pregunta antes de levantarse- Mi jefe está comenzando a sospechar que no hago nada- señala a un anciano sentado en la caja.

-¿La cuenta?- digo con duda- Es hora de irme- añado antes de ver el reloj marcando las siete de la noche.

-Va en la casa- responde antes de darse la vuelta- Espero verte pronto...-

-Nyx- inquiero- Gracias Elena-

Levanto mi cansado trasero de la silla para iniciar mi camino a casa, vuelvo a ver por todos lados pero no localizó a ningún boxeador.

-¿Esperando a alguien?- su voz causa que cada partícula de mi cuerpo se ponga en modo defensa.

-N..- tartamudeo- No- me volteo para ver esos hipnóticos ojos, digo esos normales ojos verdes- Estaba por irme antes de que me acorralaron como a una presa- advierto tratando de sonar molesta.

-Entonces vámonos Campanita- toma mi mano para encaminarnos a la salida sin antes ondear una mano para despedir a su hermana.

-¿Vamos?- preguntó- En plural- digo antes de acostumbrarme el frío que me congela- De ¿dos?- añado.

-Sí- responde para luego sacar un cigarrillo de su bolsillo,colocarlo en los labios y prenderlo sin perder tiempo. - Vamos de nostos- le da la primera calda con calma.

- Sabes que esas cosas matan- inquiero

-Sabes que de algo hay que morir Nyx- otra calada- Tiempo de mover ese cuerpecito que ya vamos tarde-

-Me niego a moverme un milímetro hasta que me digas a donde se supone que vamos sin mi permiso o conocimiento Einstein- el frío está iniciando a congelarme los pensamientos otra vez.

-Dónde está tu sentido de aventura zapyast'ye- otra vez, definitivamente necesito los subtitulos con este hombre.

-Se quedó con la imagen de mi cara en la portada del periódico nacional- corto de una, no me agradaría la idea.

Simplemente, Xavier inició a caminar hacía el otro lado de la calle dejándome hablando sola sin darme cuenta, resoplo para después decidirme por seguirlo, no es tan buena idea quedarme sola en un barrio que no conozco.

Los faroles iluminan los edificios vagamente dando un aura oscura en toda la calle, cada pequeño detalle parece resaltar en la lúgubre noche trato de moverme rápido hasta quedar a su lado; con ayuda de la poca luz logró definir pequeños detalles de Xavier como el pequeño tatuaje de un tornado en su muñeca izquierda , lo que parece un círculo formado de palabras que no logro distinguir en la oscuridad sobre su codo y justamente sobre ellas un juego de estrellas en tinta negra.

Sin darme cuenta llegamos a un pequeño edificio, si caminaras en medio de la noche sin luz posiblemente ni siquiera podrías diferenciarlo con la noche.

Todo el edificio es completamente negro, no había ningún toque de color en sus cuatro paredes desnudas. Al prestar mucha atención puede definir el nombre BlackBox en un negro mate que me estaba dejando ciega; Xavier sin dar muchas explicaciones se adentra entre la oscuridad dejándome pensativa al pensar a dónde diantres entraré, con las piernas temblorosa le sigo los pasos hasta entrar a una pequeña sala con paredes grises.

Mi Caos RusoWhere stories live. Discover now