El secreto de la libertad

Una tarde en Pyongyang 평양의 어느 날 오후

Simba tradujo el mensaje a su líder.

-El placer es mío, Ryan- dijo Kion y Ryan se exaltó al escuchar que el líder norcoreano pronunciaba su nombre- y que tenemos aquí- se dirigió con Livingstone.

El león puso en práctica sus conocimientos de coreano y toda su educación en ese momento.

-Amado líder- hizo una reverencia para luego estrechar la pata de Kion- es un honor, permítame felicitarlo por su hermoso himno nacional y su precioso país.

El tamaño de los dos leones era impresionante ya que Kion era un cachorro, un líder realmente joven pero con mucho poder, sin embargo su tamaño lo delataba un poco, tenía la misma edad que Ryan y ya tenía la responsabilidad de todo un país completo. En cambio Livingstone era un león enorme y fuerte, quien tuvo que ponerse de rodillas para saludar a Kion Ung.

-Se lo agradezco, el placer es mío al saber que le encanta la canción patriótica que mi abuelo- señaló al cuadro de Mu Fil Sung- escribió con mucho cariño.

Simba Yang miraba con preocupación lo que pasaba entre Livingstone y Kion Ung pasaba, en ese momento observó que el máximo dirigente se dirigía hacia él.

-¿Dónde está tu padre?- preguntó ansiosamente- creímos que ya había vuelto del paralelo 38.

Simba no sabía con exactitud, por lo cual no quiso mentirle al líder.

-No he sabido nada de él, su excelencia- hizo una reverencia- pero estoy seguro que estaría muy honrado por su visita.

Kion hizo un gesto de desprecio hacia Simba Yang, tenía la inseguridad de que le estuviera mintiendo pero al consultar la asistencia del señor Yang (padre de Simba) con uno de sus altos oficiales confirmó que el león le decía la verdad.

-Excelente, pero por favor no dejemos pasar la oportunidad- dijo poniéndose en medio de Simba Yang y Darma- señores una fotografía para marcar el encuentro con la familia Yang.

Inmediatamente todos los amigos de Simba Yang se pusieron derechos al ver que varios reporteros y autoridades del régimen enfocaban sus cámaras para la fotografía de la visita oficial.

-Por favor, sonrían no tienen que ser tan serios- dijo Kion riéndose sarcásticamente.

Las fotografías fueron tomadas, una de las cámaras imprimía las fotos al instante, por lo cual imprimió dos copias, una para el líder y otra para la familia Yang.

-Te entrego el regalo de nuestro encuentro, Simba- Kion le tendió la fotografía al león- gracias por recibirnos.

-Fue un honor, su excelencia- Simba hizo una reverencia- gracias por su tiempo.

Kion se dirigió hacia Livingstone, Darma, Bodi y Ryan, caminando lentamente hasta estar frente a ellos.

-Un placer contar con su presencia en nuestro país

-Gracias amado líder- dijeron al unísono.

Kion se dirigió hacia Livingstone, al cual le puso una pata el su rodilla.

-Nos veremos muy pronto, estimado- volteó con Bodi y le guiñó un ojo.

Bodi sintió miedo al escuchar aquellas palabras, igualmente Livingstone pero en cuanto Kion Ung se dio la vuelta y cerró la puerta tras él junto con todos los reporteros se sintió un aire de paz en el apartamento de Simba Yang.

Esperaron unos minutos a que los pasos se alejaran.

-Lo odio- dijo Simba Yang guardando la foto en un cajón- pero tenemos que ser hipócritas y portarnos como si nos amara.