El secreto de la libertad

Un lugar insólito 특이한 곳

Livingstone reaccionó y sacudió su cabeza mientras con su pata derecha acariciaba a su hijo.

-Supongo que iremos al tour juntos, olvidemos todo lo que pasó pero debemos permanecer juntos- su cara cambió de estar asustado a un estado de seriedad- vamos quédense a dormir con nosotros, Bodi, Darma.

Los chicos accedieron, salieron a su habitación por sus cosas y sigilosamente se metieron en la habitación de los leones para hacer dormir en el suelo con sábanas y almohadas, mientras que Ryan y Livingstone dormían en sus respectivas camas, pues era preferible dormir acompañados que dormir cómodos pero sin ninguna compañía en la otra habitación.

A pesar de ser una buena estación del año, fuera en la ciudad el viento helado seguía corriendo con fuerza.

A la mañana siguiente una música instrumental los despertó, Ryan muy extrañado por esa canción se acercó a la ventana para escuchar más y efectivamente venía de unos altavoces que se encontraban distribuidos en toda la capital norcoreana.

-¡¿QUE DEMONIOS?!- Bodi se levantó enfadado por la música- por Dios que sonido tan...

Livingstone le puso la pata en la boca al perro para que no fuera a pronunciar ninguna estupidez, Darma molesta se levantaba quejándose en silencio de la música instrumental.

Dicha música se utiliza actualmente en Pyongyang en las mañanas como costumbre de alentar a los norcoreanos de vivir un día alegre con el propósito de dedicar el trabajo a los líderes, pero es una música de estilo funerario que en vez de brindar felicidad o relajación demuestra frustración y tristeza.

-La cena y la bienvenida no estuvo mal, pero espero tener una mejor experiencia con la ciudad- dijo Ryan secándose la cara- pienso que esto no va pintando bien.

-Vamos hijo, tenemos que darles la oportunidad de mostrarnos su país.

-De acuerdo, pero tengo hambre, vamos a bajar todos.

Y así lo hicieron, pasaron por el ascensor, el vestíbulo hasta llegar al restaurante, olía delicioso que incluso Ryan sonrió al ver las fuentes de chocolate y todos los panes de diferentes sabores dulces para probar en el desayuno.

-A ver si esto te gusta Ryan- Dijo Bodi tomando un plato para comenzar a servirse.

En los altavoces el hotel se anunció la hora de partida para el tour por la ciudad, prácticamente aún tenían una hora y veinte minutos para convivir en el desayuno y alistarse.

-Soy yo o no soñé con nada de la preocupación ayer, papá- dijo Ryan mientras tomaba su chocolate.

Bodi asintió mientras comía un hot cake con miel de maple.

-Supongo que es por el viaje, prácticamente todos estábamos cansados pero vendrán cosas buenas, excelentes experiencias para estos días.

-¿Creen que conozcamos al líder?- preguntó Darma mientras untaba mantequilla a su panecillo dulce- digo somos turistas, deberían presentárnoslo.

Livingstone y Ryan soltaron una carcajada mientras que Bodi se reía en silencio de lo que Darma había dicho, la zorrita hizo un gesto de desprecio a la risa de sus amigos.

-Darma ¡Estás loca! Es como si fueras a Francia y por el hecho de ser turista el presidente francés venga a saludarte.

Ryan seguía riéndose con su padre, ambos disfrutaban de reír juntos, luego de terminar de desayunar subieron por sus mochilas para el tour, bajaron al vestíbulo del hotel y una fila de turistas se formaba para entrar a una camioneta.

Los cuatro mostraron al soldado norcoreano los pasaportes sellados y el acceso les fue concedido, al subir a la camioneta esta se puso en marcha y comenzaron a platicar.