Era verdad, no se enfrentaba a cualquier cosa, pero muchos turistas, según varios autores de los libros que Livingstone llegó a leer en la biblioteca, habían entrado y salido del país sin ningún problema, mostrando a todo el mundo las maravillas que ofrecía el pueblo norcoreano.
Subió a su cuarto sin volver a pensar en la situación, el gran león suspiró al sentarse en la cama, acariciándose con la pata derecha la melena mientras miraba fijamente al suelo.
Fue cuando escuchó a Ryan gritar en su cuarto tan alto que se estremeció al escucharlo;
"NO ME QUIERO IR, NO PAPÁ NOOO"
-¡RYAN!-Corrió tan pronto como pudo abriendo la puerta del cuarto de Ryan de golpe- HIJO ¿Dónde...?
Ryan gritaba en su cama, teniendo una pesadilla que solo él conocía, Livingstone inmediatamente se acercó para ayudarlo, lo tomó por los hombros de sus patas delanteras y lo llamó desesperado.
-Ryan, despierta, por favor Ryan...
El cachorro abrió los ojos, gritando muy agitado buscando desesperadamente a su padre, al verlo lo abrazó llorando, Livingstone estaba confundido, decidió no preguntar por el momento que había sucedido exactamente.
-Papá, eres tú, papá...
-Pero Ryan... ¿Qué te ha pasado, hijo? No entiendo, todo está bien, aquí estoy, tranquilo- dijo mientras acariciaba la frente del leoncito.
Ryan se separó de su padre unos instantes para secarse las lágrimas, posteriormente lo miró para explicarle lo sucedido, su voz temblaba y se dejaba ver inseguridad en su rostro.
-No lo sé, pero he soñado contigo, oh papá-dijo poniendo una pata en su pecho- NO PUEDO RECORDARLO- gritó muy nervioso.
Livingstone se acercó a su cachorro, muy confuso aún, pero demostrando seguridad para darle confianza a su hijo, lo abrazó nuevamente sintiendo como Ryan comenzaba a calmarse.
-No dejaré que vayas solo, papá- dijo tomando la pata de Livingstone- no quiero que te separes de mí, perdóname por favor, haré lo que quieras pero prométeme...- esta vez lo miró directo a los ojos sin parpadear- prométeme que siempre estaremos juntos.
Livingstone asintió lentamente mirando a su hijo, con sus patas rodeó al cachorro para darle un fuerte abrazo.
-Hijo, claro que estaré contigo siempre, tranquilo aquí estoy.
Ryan se tranquilizó luego de escuchar la voz de su padre, levantó la mirada para decirle algo que a Livingstone le agradaría:
-Te acompañaré, papá, mientras más pronto mejor- dijo sonriendo- de todos modos también tengo curiosidad de conocer Corea del Norte, será una aventura espectacular.
Livingstone sonrió mientras dejaba de abrazar a su cachorro, ambos se miraron con una linda sonrisa en sus rostros, dicha pesadilla de Ryan terminó en un lindo encuentro entre padre e hijo.
-Si no quieres, podemos ir a otro...
Ryan levantó su pata derecha inclinando su cabeza, seguía sonriéndole a su padre.
-No papá, iremos al lugar que quieres estoy de acuerdo contigo.
El león puso su pata en el hombro derecho de Ryan.
-Estoy orgulloso de ti, no porque quieras acompañarme al lugar que quiero conocer, sino porque eres un leoncito muy maduro, sabes cómo tomar tus decisiones y siendo tu padre me llena de orgullo tener un hijo como tú.
Ryan abrazó nuevamente a su padre, aunque estuviesen mucho tiempo separados, esta experiencia los hacía estar juntos ahora y tener tiempo para que ambos se conocieran mejor.
YOU ARE READING
El secreto de la libertad
AdventureLa vida tiene sus duros momentos, los cuales se nivelan por el contexto en el que te encuentras, Livingstone es león, profesor de música e historia, interesado por conocer todo a sus alrededores y encontrar el significado de muchas cosas, el día de...
El principio de todo 모든 것의 시작
Start from the beginning