17 → Irreemplasable.

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Cortar con alguien es como cortarte un dedo.
No sabia exactamente que me dolía, quizás el orgullo, quizás saber que yo si estaba dispuesta a imaginar un futuro con él... No, jamas había imaginado un futuro con Nick. Sabia que no duraríamos, lo sabia, pero.. ¿Entonces por qué dolía?.
Me seque la mejilla con el dorso de la mano.

Apresure a ordenar a mis ojos no expulsar más agua, pero siempre fui una llorona. Todo me lastimaba, aunque sabia que el día siguiente probablemente estaría bien.
Quería encerrarme, llorar. Más que nada, quería un abarazo de alguien especial: Ross.
Todavía no entiendo por que oculte la cara cuando lo cruce en las escaleras...

- Emi.. ¿Pasa algo? - Su mirada prometía cosas que no entendia, como si leyera mis ojos. Al chocarme con sus ojitos tan tranquilos, todo mi mundo cayó. Las verdaderas ideas que me hacían llorar se posaron en mi cabeza, Nick... ¿Realmente me había importado Nick? ¿O era el hecho de saber que ya no tenia escusas para..
Me puse a llorar otra vez.
Empuje a Ross con una mano, la otra sobre mi rostro y corrí a mi habitación.

Me arroje en mi cama y como lo prometí, deje caer mis problemas en mi almohada.
Se oían los constantes golpes de Ross en la puerta, pero decidí ignorarlos, al menos hasta tener la mente tranquila. Cuando no tuviera más energías: reclamaría mi esperado abrazo.

Al momento de abrir la puerta, no dude ni medio segundo y me abalance en sus brazos. Hundiendo la cabeza en su pecho.

- Emi.. ¿Estas bien?- Pregunto y volví a sentir ese horrible peso en mis hombros. Negué con la cabeza y lo estrujé, asegurándome de que realmente estaba allí.
Ya había estado mal en esos años sin él, y mi mente me jugaba en contra. Lo imaginaba en mi puerta, dispuesto a abrazarme, y no me cabía que él realmente estaba allí para mí.

Sentí su mano frotando delicadamente mi espalda.

- Ya.. Tranquila....- Dijo acariciando mi cabello.- ¿Quieres decirme que paso?- Pregunto dulcemente mi rubio salvador. Yo negué sin soltarlo.- Si no me dices que sucedió... No puedo ayudarte de ninguna forma...- Dijo levantando levemente mi cabeza para que lo viera a los ojos.

- Nick... Termino conmigo..- Suspire.

Senti como la mandíbula de Ross se tenso y cerro sus puños con fuerza... Luego volvió a clavar sus ojos que tanta paz me daban en mi para tranquilizarme... como si supiera que solo el calmo color de sus ojos me tranquilizaba.

Sus facciones se suavisaron nuevamente y paso el dorso de su mano por mi mejilla quitando unas cuantas lágrimas de ella.

- Es un idiota... ¿Como va a dejar a una chica tan hermosa, Tan dulce, Tan divertida, Tan dulce, tan tierna? - Me apretó más contra él.
Solté una pequeña risita:

- Dijiste dos veces dulce... - Me queje.

El chico rodó los ojos, y se río conmigo.

- Ross.... Dime que tu nunca me dejaras...- Otras lágrimas comenzaban a escaparse.

- Yo jamas te dejare... Siempre estaré para ti.Porque te quiero, y demasiado.Aveces creo que te quiero más de lo que debería. Eres demasiado importante en mi vida, lamento haberte dejado en Littleton tan sola, con todos los problemas...- Volvio a repetir el acto de secar mis lágrimas. Una pequeña sonrisa se dibujo en mi cara, Ross era tan tierno conmigo. Lo conocía hace mucho pero aun así siempre me sorprendía.- No quiero verte asi por un inutil.¿Que puedo hacer para que estés mejor? ¿Romperle la cara? Te juro que lo haré.- Advirtió, encogiéndose de hombros.

- No importa... ¿Sabes? Estoy feliz con el simple hecho de que no me hayas olvidado. Y no, no quiero que lo golpees. ¡El se pierde esto, señores! - Me señale a mi misma.

- Bah, ya estas bien. Bien, ¡Ya sé! Ven conmigo.

Me tironeo de la mano, y la última puerta en el pasillo a la derecha se abrió dejando me ver su cuarto.

- Ponte cómoda, vuelvo en un segundo.- Dijo y salio.

Me senté en su cama con la espalda en la pared y comencé a ver un gran pilón de papeles que Ross tenia sobre la mesa de noche. Canciones a medio componer.

Ross volvió con un gran tarro de helado en sus manos y dos cucharas. Puso una película y yo le quite el helado de las manos. Llene mi cuchara y me la lleve a la boca, en seguida sentí el frio y dulce sabor recorriendome el cuerpo y haciendome sentir mucho mejor... No sé porque pero el helado siempre me sube el humor, aunque no lo cambiaría nunca por Ross, él si que me hace sonreír.
De un momento para otro ya no recordaba porque lloraba, mi rubio mejor amigo me había sacado todo de la cabeza.

Al cabo de un rato quede completamente dormida, y no era para menos... Luego de tantas emociones por un dia ¿Quien no estaria cansada?

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Bueno, volvi a escribir el capitulo.. Y AQUI ESTA!!! Yeeeeeeeeey!! Amenme!! Ok,no.

Todas queremos un abrazo de Ross como el que el le dio a Emilie :c

Deja tu comentario y tu voto c: sirve de mucha inspiracion :D

¡No me dejes en Littleton! ★R5 - Ross Lynch★Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt