Daddy & Okama 1

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Eran las 4:45 pm y Zoro aún no podía concentrarse. Llevaba más de hora y media en la misma página que tenía enfrente de él para leer el informe que se le había dado horas atrás. Era un fastidio, y más porque no podía sacar a cierta rubia de su maldita cabeza; se estiro en su asiento y se levantó de su puesto. Tenía los músculos tensos y sentía que se asfixiaba en su propio lugar de trabajo. Camino a la pequeña licorera y saco una botella de brandy, la cual descorcho y bebió directo de la botella logrando que su garganta sintiese el pequeño escozor de la bebida por el calor que esta le producía.

"¡A la mierda!" se bebió todo el contenido en tres tragos, se podría decir que el hombre maduro tenía una resistencia al licor muy buena. "No han pasado ni cinco minutos desde que bebí la botella completa, mejor me largo de aquí." dejo la botella vacía en la mesita de un costado, salió de la oficina. Lo positivo de todo esto, es que es su maldita empresa y podría hacer lo que quisiera. Y salir temprano, cuando estabas harto era uno de los beneficios principales de ser tu propio jefe.

Se subió al Audi ultimo modelos del año y arranco el motor sin pensarlo demasiado. La alarma de su celular sonó y prosiguió a leer la nota que en él se encontraba. Hizo una mueca, al recordar que hoy tenía una cena con una amiga, se lo había prometido y él, Roronoa Zoro, es un hombre de palabra. Aunque bueno, eso era mejor que estar solo en una enorme mansión mientras tu hijo está afuera de vacaciones con su tía.

Suspiro fastidiado, lo negativo de vivir en una enorme casa era lo vacía que esta podría encontrarse.

Después de pensar mucho en su 'precaria' situación de soledad, llego a su lugar de destino. Apago el auto, se miró en el espejo retrovisor y salió; toco el timbre, eran las 6:33 pm de la tarde. Era una hora tarde, tristemente Roronoa se había perdido por más de media hora dando la vuelta a una pequeña cuadra en el centro de la ciudad de Grand Line; cuestión que lo molesto demasiado. Él no se perdía, ¡Por la Diosa!

"¡Maldita soledad! ¡Malditas calles que se mueven! ¡Maldita rubia que no me deja en paz!" refunfuño mientras estaba de pie ahora en frente la puerta esperando a que abriesen. Pasos ya cercanos se detuvieron y la puerta fue abierta, una mujer alta con un vestido rosa y cabello del mismo color le sonrió y le hizo pasar.

—Llegas tarde, Zoro — la mujer cerro tras de él la puerta y lo guio al comedor — pensé que no llegarías, pero veo que sí.

Ella rió pero el ojigris solo giro los ojos debido a la molestia de su comentario.

—Gracias por invitarme — respondió el mayor. La Vinsmoke le sonrió mientras le hacía tomar asiento y proseguía a servir la cena.

—Siéntete como en casa — respondió la hermosa mujer—, en unos minutos cenamos, también quiero presentarte a alguien muy especial.

El peliverde asintió ante lo dicho. Recordaba que la joven le había dicho algo sobre un familiar de ella que también estaría cenando con ellos, pero no había prestado atención lo suficiente y solo había dicho sí para salir del paso en su momento, lo que desencadeno un largo acoso por mensajes para que cenase con ella este día.

La comida fue servida, y tomaron asiento en la pequeña mesa. Zoro por su parte, comenzó a comer y Reiju sonrió al ver como su amigo disfrutaba de la cena. Dos minutos después, se escuchó la puerta abrirse y pasos cerca de donde ellos se encontraban, la mujer sonrió y espero a que esa persona se asomase.

"¡Ya llegue!" grito una juvenil voz. Aquella voz hizo que Zoro detuviese el siguiente bocado que sería llevado a su paladar. Dejo el tenedor sobre el plato y se limpió la boca con la servilleta, miro con expectativa, a quien nunca pensó encontrarse de nuevo. Mucho menos allí, en esa casa.

Sugar Daddy (ZoSan) - [TERMINADA]Where stories live. Discover now