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Cuenta la leyenda...

En algún reino lejano vivía un joven alpha príncipe, el cual era el próximo rey, un tanto caprichoso. De cabellera azabache y tez clara con ojos negros que calaban en lo profundo de tu alma, con un aroma a vino.

Cómo en todo, alguien estaba celoso del próximo rey: el hijo fuera del matrimonio del Rey Jeon.

El príncipe alpha tenía su enamorado, el príncipe del reino vecino. Un omega de ojos avellana, de tez morena, cabellos castaños, con aroma a manzanas y caramelo.
El joven omega también tenía a su mejor amiga en contra sin que este supiera.

Los jóvenes amantes se reunían en un jardín repleto de rosas carmesí y un gran árbol de manzanas del mismo tono. Todas las noches se entregaban a sus deseos, a la tentadora piel del contrario, a sus lobos. Donde ambos se prometían amor incluso después de morir, donde se prometían casarse y tener cachorros.

La mejor amiga del omega y el medio hermano de alpha planearon la muerte del morenito.

El omega murió envenenado con una manzana —irónicamente— mientras esperaba debajo del árbol a su amante. El alpha iba a pedir la mano del omega pero este no se encontraba en el castillo de sus padres, el alpha tomó a un caballo azabache y cabalgó hasta el rosal, encontró el cuerpo del omega sin vida y sintió a su lobo rasguñar dentro de él. Después de sepultar al amor de su vida su lobo exigió venganza y él no iba a negársela. 
Sediento de venganza encontró rápidamente a los responsables matándolos de las maneras más crueles. Su lobo no volvió después de eso y el joven príncipe murió poco a poco sumergido en la tristeza en una habitación de color azul.

Cuenta la leyenda que la alma del príncipe vaga en busca de las reencarnaciones del omega y del mismo para unirlos y poder cumplir su promesa en esta vida puesto que se lo prometió a la tumba de su amado.
El príncipe castiga a los que comen de  aquel árbol de manzanas o quienes cortan las rosas de formas aterradoras. Muchos caen antes sus encantos...

Terminó de relatar la anciana a sus nietos.

— Patrañas.— dijo el mayor
— YoonGi, cállate. Nadie te pregunto.— el castaño de ojos avellana rodó los ojos.

— Cállame, TaeHyung.— susurró en el oído del castaño.

— Te matare.
— No en esta vida, querido.— tomó un cojín y le pegó a TaeHyung, golpe que hizo que cayera.

— ¡Te matare, Min!— grito ya reincorporado con un cojín en mano y persiguiendo a YoonGi con la cara roja por el enojo.

— Eres una bolita de ternura, no das miedo.

— Cállate.

Holis jsjsjsj
Esto será una historia corta :3
So la terminare luego una semana por lo mucho xd

The blue prince |Kookv| Where stories live. Discover now