Capítulo 2

635 76 1
                                    

Pov Peridot

Habíamos llegado a mi departamento. Algunas personas nos quedaban viendo y trataba de ignorarlos para no explotar en vergüenza.

Subí por las escaleras con cuidado para no despertarla, ya que no me decía nada intuía que se había dormido. Solo espero que el golpe que tuvo no sea algo grave, de lo contrario tendría que llevarla al hospital aunque ella no quisiera.

Finalmente llegamos, abrí la puerta y la recosté sobre el sillón tapándola un poco. ¿Ahora que hago? No puedo cuidarla todo el día porque tengo que trabajar a las 7 de la tarde. Mi única opción sería que Garnet se quedara con ella hasta que regrese en la mañana.

De pronto siento que la chica se despierta y comienza a frotarse la parte trasera de su cabeza.

—Hola... ¿Aún te duele verdad?—Le pregunté algo tímida.

—Si... creo que tengo una hinchazón en donde me golpeé.

—Bien, entonces te traeré hielo y una pastilla para el dolor.—Fui hasta a la cocina a buscar las cosas. Traigo las cosas y me siento junto a ella. Le coloco el hielo por un rato y le paso la pastilla para el dolor de cabeza.

—Ten, aquí tienes.

—Muchas gracias... Lamento arruinar tu día.—Agachó su mirada.

—No te preocupes, y de hecho me siento culpable porque yo no me fijé.

—¿Me trajiste a tu casa, verdad?

—Así es. No querías ir al hospital y me habías dicho que no eras de estos lados.—Quería preguntarle más cosas, pero creo que debería comenzar por su nombre.—Ehm... ¿Cómo te llamas? —Estaba algo avergonzada. Sólo soy extrovertida con mis amigas y Steven, pero cuando se trata de conocer gente nueva me pongo muy nerviosa.

—Soy Lapis Lázuli. Un gusto.—Me da una pequeña sonrisa y comienzo a enrojecerme.

Supongo que esto es parte de mi timidez.

—Bonito nombre. Soy Peridot es un gusto también conocerte.—Le sonreí tratando de dejar a un lado mis malditos nervios.

Pasaron unos minutos y Lapis me pidió que le quitara el hielo porque ya se sentía mejor. Yo le ofrecí de comer para que reponga fuerzas y ella aceptó. Preparé unos Spaghetti a la italiana y un jugo natural de manzana.

—Realmente no sé como agradecerte por esto. Ni siquiera se donde estoy...

—Pues... Estas en Ciudad Playa. Un pequeño pueblo a orillas del mar Pacífico.—Le respondí y mi mente me insistía en que debía preguntarle más cosas, pero todo es con tiempo así que tendré paciencia.

—Ya veo. Hay muchas cosas que no puedo decirte ahora porque me duelen, pero finalmente puedo decir que soy libre a pesar de todo lo que pasé.—Sonrío y sentí como trató de aguantarse las lágrimas.

—Si quieres llorar, adelante.—Le dije para que soltara esos sentimientos. No me gusta ver a las personas mal, pero respeto que tengan su momento de desahogo.

Finalmente la chica peliazul llora. Yo traté de estar ahí para que no se sintiera sola. Me recuerda cuando yo pasé por la peor etapa de mi vida y las chicas estuvieron ahí para mí. El día transcurrió entre conversaciones. Le conté algunas cosas que hago, mi rutina diaria y que en un rato más debería salir a trabajar ya que tengo turno de noche.

—Mi amiga Garnet te cuidará esta noche mientras no estoy. Puedes dormir en mi cuarto si gustas, te dejaré un pijama y puedes bañarte para que te sientas mejor.

Había hablado con ella para que me ayudara y le conté con detalles del porque no fui al ginmasio. Ella aceptó sin problemas y yo sentí alivio. No podía dejarla sola en esas condiciones.

Eran las 18:00pm y me di una ducha, me vestí y me arreglé para ir a trabajar. Garnet llegaría en 5 minutos y yo dejaría listo algunas cosas por si querían comer algo.

—¡Por fin llegas Garnet!—La abracé.

—Y dime... ¿Quien es la chica con la que te caiste?

—Aquí está. Lapis ella es Garnet y se quedará contigo mientras no estoy.

—Un gusto Lapis.—Sonríe.

—Igualmente.—Lapis sonríe tímidamente.

—Bueno yo les dejé lista la comida por si quieren cenar y te dejé frazadas y una almohada para que duermas en el sillón Garnet.

—¡Espera Peridot! yo debería dormir ahí. Soy una desconocida para ustedes y no tienen porque portarse de esta manera conmigo.

—Descuida chica.—Toca la cabeza de Lapis pues Garnet es increíblemente alta.—No me molesta dormir en el sillón y Peridot me contó tu situación, así que siéntete como en casa.—Lapis soltó una lágrimas y Garnet la abraza. Pobre chica quizás que cosas ha pasado que tanto la atormentan.

Me despedí de ambas y salí rumbo al trabajo. Alcancé justo el bus y me subí. Las nubes cubrieron el cielo por la tarde y comenzó el frío, el clima en estos lugares suele ser así y ya estoy acostumbrada.

Esta vez el trabajo fue más pesado de lo normal. Un compañero faltó porque se había lesionado y tuve que hacer su trabajo, por lo que al terminar mi turno todo mi cuerpo me dolía. Eran las 6 am y por fin podía irme a casa. Tomé un bus y cuando abrí la puerta Garnet se despertó. Si había dormido en el sillón.

—Buenos dias Garnet.—La saludé con un tono bajo para no despertar a Lapis.

—Buenos días... Lazuli está durmiendo en tu cama. Nos habíamos quedado platicando hasta las 2am sobre un programa de tv. Es una buena chica, deberías invitarla al gimnasio para que conozca a los demás.

—Qué buena idea!—Sonreí.— Hoy al mediodía podríamos ir para que vea como entreno.

—Genial... Entonces yo me iré a casa. Cuídala bien, Peridot.

—Lo sé. Haré lo posible para que esté mejor. Suena raro pero siento que debo ayudarla como pueda para que este feliz.

—Me alegra oir eso. Bueno nos vemos en el gym Peri. Descansa.

Garnet se va a su casa y yo me quedo en el sillón. Intento taparme con las frasadas y me acomodo bien para dormir un poco para después ir al gym.

Hoy podría ser un buen día.

Choque de almas [Lapidot]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz