La Niña

CAPÍTULO 28: Ted

Mi móvil empieza a sonar, mierda es Paul.

Llamada telefónica:
Paul: ¿Dónde estás?
Incluso el ciervo
está aquí.

___: No te enfades.

Paul: Cuando dices
eso ya empiezo a
enfadarme. ¿Qué
coño has hecho ya?

___: Estoy en la casa
de los Cullen.

Paul: ¡Mierda ___,
te hemos dicho que
no fueras por el
bosque que es muy
peligroso!

___: He dicho que
no te enfades.

Paul: Tú no te
muevas, ya
vamos para allá.

Antes de que pudiera decirle sobre lo del oso, colgó. ¿Y ahora quién es el que no escucha?
Minutos después se escuchan aullidos y los Cullen, el oso y yo vamos al final del tratado donde veo a Paul destransformado y con cara de enfadado, bueno, él y todos los chuchos que hay alrededor.

Paul: Ven aquí ___.
___: No te enfades.
Paul: ¿De qué?

Me aparto un poco y los Cullen también, dando paso a Ted que se encontraba detrás nuestra. La manada en cuanto lo vio algunos se sorprendieron, otros negaron con la cabeza y otros solo rodaron los ojos.

Paul: ¡¿Otro animal?! ¡¿Qué pasa, que vas a adoptar a todos los animales salvajes del bosque?!
___: No ha sido mi culpa.
Paul: ¡Ven aquí, ahora!
___: ¿Me lo puedo quedar?
Paul: No, ya tienes al ciervo. Y no quiero más animales, que por cierto el ciervo sigue en la entrada de la casa de Emily.
___: Porfa.
Paul: No.

Miré a todos los perros pulgosos y uno por uno iban negando con sus cabezas.

___: Porfa mini Black.

Este negó y tuve que poner mi carita de cachorro para que me dejase.

___: Por favor... Jacob.

Narrador omnisciente:

Jacob se sorprendió al escuchar su nombre salir de su impronta. Era como si un ángel pronunciara su nombre, y con tan solo haberlo hecho su corazón empezó a latir tan rápido que podría salirse de su pecho.

___: Porfa Jake.

___ con sus bracitos lo abrazó como pudo ya que no llegaba al cuello del lobo, Jacob inclinó la cabeza y empujó un poco a ___ hacia él como si estuviera abrazándola.

___: Entonces ¿me dejas al oso?

Ella lo miró con una carita que no pudo negarle, y aparte que él no puede negar todo lo que ella le pida por lo de la imprimación así que asintió con la cabeza y su impronta lo volvió a abrazar contenta.

___: ¡Bien! ¡Que te den Paul!
Paul: Todavía me meriendo al oso y al ciervo.
___: ¡Rosalie, te regalo al chucho de Paul!
Paul: ¡Serás estúpida!
Rosalie: ¡No gracias, no quiero pulgas en mi casa!
Paul: Sanguijuela asquerosa.
___: ¡Vamos Ted!

El oso empezó a caminar hacia ___.

Paul: ¿Ted? ¿En serio? ¿Lo próximo que va a ser, un puma que se llame Kitty?
___: No es mala idea.
Paul: ¡No, te prohíbo tener a un puma! Eso si que no.
___: Ya lo veremos.