-Lo lográbamos -Murmuró cuando levantó la cabeza y ahora la miraba directamente a los ojos. Una conexión intensa y ardiente. -Lográbamos salirnos con la nuestra y vivíamos nuestra libertad en una casa rural, con porche de madera blanca y elegante.

¡Oh Dios! ¿Como podía este hombre hacerla sentir de esa manera? En un segundo la tenía completamente encantada, excitada y deseosa y en al siguiente segundo la tenía completamente encantada, excitada, deseosa y enternecida hasta tal punto de querer abrazarlo y apachurrarlo como a un niño pequeño. Los ojos de la castaña se nublaron por excitación y emoción de imaginar aquello. Imaginó la risa de niños y no pensó dos veces en lo que preguntaría.

-¿Habían pequeños? -Inquirió, y sin romper la conexión de miradas le tomó por el cuello girando en la cama y acomodándose sobre él ahora. Sus intimidades se rozaban y era jodidamente placentero.

-¿Quieres que hayan niños? -Inquirió el señor Biersack, con los labios recién mojados y el corazón a mil por segundo. Un pequeño gemido se escapó de su garganta respondiendo al rose y _______ sintió como su estómago se removía como a una adolescente con su primer amor y asintió tímida. Inclinándose hacia el pecho del señor Biersack, depositando pequeños besos y mordiscos.

-Me encantaría que hayan pequeños. Un par, niña y niño -Y una lenta sonrisa torcida se dibujó en los labios del ojiazul, quien acariciaba lentamente las piernas de la castaña que ahora lamía y besaba su abdomen con cariño y sensualidad.

-También estabas tú -Murmuró el señor Biersack de pronto, haciendo que ______ le mirara a los ojos. Acunó sus pechos entre sus manos cuando ella se enderezó y los acarició sobre la tela tirando de sus pezones. Haciéndola gemir. -Llevabas uno de estos -Tomó el elástico de su ajustado liguero negro y tiró de él haciéndolo chocar como un látigo contra la piel de _______ y sonrió -Y me esperabas sobre la cama al verme llegar del trabajo.

_______ sintió como su corazón palpitaba como loco y una sonrisa tímida se asomó a sus labios. Se sonrojó y el señor Biersack lo notó. Sonrió con malicia y la giró dejándola bajo sus brazos nuevamente, mirándola directamente a esos orbes verdes y cristalizados de emoción antes esas hermosas fantasías que quizá, algún día se harían realidad, o quizá no.

-¿Quieres que te espere después del trabajo con uno de estos siempre? -Inquirió juguetona y le regaló una sonrisa traviesa a esos ojos azules devoradores y amielados. -Lo haré si tu lo quieres.

-Me encantaría, pequeño Ángel -Murmuró el señor Biersack, llevando sus manos hacia la parte baja de ________. Acarició por sobre su braguita y ella lanzó un gemido. ¡Oh infierno!¡ ¡Este hombre tenía el paraíso prohibido en sus manos! -Pero me gustaría mucho más, verte en un vestido blanco, largo y hermoso. Justo como todo en ti. - ______ sabía a que se estaba refiriendo, y sus ojos se nublaron por las lagrimas de felicidad que no podía contener. El señor Biersack estaba diciendo algo tan importante y hermoso, como que al mismo tiempo estaba pidiéndole matrimonio sin anillo.

Bajó sus labios hacia su abdomen dejando de acariciar su feminidad y dejó un camino de mordidas desde la tela de su brazier, hasta la tela fina de su liguero.

-¿Quieres casarte conmigo? -Inquirió ________ al momento y el señor Biersack levantó su mirada hacia aquellos ojos empapados inmediatamente. Un casi desapercibido olor a humo llegó a su nariz pero no le dio importancia alguna.

______ estaba en el jodido cielo ahora.

-La pregunta es, ¿Te gustaría casarte conmigo ______? -Y sus miradas brillaban con tal pasión, deseo, amor y desesperación, que parecía ser la decisión más grande de sus vidas. Y por supuesto que lo era. No había anillo, pero él estaba pidiéndole a la mujer que más amaba sobre la tierra, que fuera suya para siempre, en compromiso legal. -Casarte conmigo y ver a nuestros hijos, una niña y un niño, corretear por el hogar. Luego cuando ellos se vayan a la escuela hacer el amor como estamos apunto de hacerlo ahora y siempre. ¿Aceptarías?

Entonces, la primera lagrima paseó con libertad apresurada la mejilla de la castaña y se abalanzó a besar aquellos labios rozados y nerviosos por la propuesta en contestación. ¡Por supuesto que era un si!

-Te amo Andy, aceptaría pasar la eternidad contigo -Murmuró cuando ambos estaban a una distancia considerable y solo el sonido de sus corazones se oía ahora. De sus corazones y de las rocas que comenzaban a llover sobre el techo en ese mismo instante. Alarmandolos. -¿Que es eso?

Los ojos de ambos se abrieron de par en par al comprender lo que estaba ocurriendo y él olor a humo comenzaba a inundar sus narices. El pelinegro se levantó de la cama y entregó la falda negra a _____. Tendrían que dejar el deseo carnal para otro momento.

Habían venido por ellos ahora. Debían huir, o quizá ya era muy tarde.

-Debemos irnos ________ -Susurró el señor Biersack, recogiendo sus zapatos del suelo para volver a ponérselos. -Están aquí, han venido por nosotros.

Los ojos de la castaña se abrieron de par en par y tomó su camiseta volviendo a ponerla en su lugar de un movimiento. Se levantó de la cama y dio una carrerilla a hurtadillas hacia la sala. Espió por la cortina aquellas sombras detrás de su puerta y rodeando su casa y luego una voz chillona y conocida resonó en sus oídos.

-¡Están allí dentro! -Gritaba la señora Smith, una de las tantas vecinas chismosas -¡Par de desvergonzados!, ¡Vengan y den la cara! -Las antorchas con fuego brillaban y el estruendo de las rocas cayendo sobre el techo inundaban los oídos de ambos.

Estaban entre la vida y la muerte. Sin embargo, si debían partir al infierno y todo salía mal, partirían completamente felices. El uno junto al otro.

¿Habían posibilidades de fugarse de todo el pueblo ahora?

~ Holy Sin †~(Andy Biersack y tu)Where stories live. Discover now