Querido Diario;
Te escribo por que mi madre se cansó de escuchar mis quejas.
James no me ha hablado desde que le dije que lo odiaba y que preferiría a un calamar gigante antes que a el. Lo se, se me fue la mano ¡Pero es que James me desespera!
Y si, he notado que mentalmente lo llamo James y no Potter.
Te escribe,
Lily.