— ¿Dónde está Jason? — dijo mirando a la chica.

—En el salón con mi padre.

El chico asintió y me fije que los dos eran muy serios, Ally parecía estar grabando mis movimientos y acciones, mientras que Will parecía nervioso y solo me miraba con ¿tristeza?

—Lia va a venir — habló Ally después de un rato.

William la miró muy sorprendido.

— ¿Aquí?, ¿ella?, ¿Sola?

—Sí, sí, y sí Will, compórtate — Ally negó con la cabeza.

—Hay que sacarla de aquí...

Y cuando se aproximaban a mí, una mujer alta con cabello castaño y ojos verdes estaba en la puerta mirándolos, era extremadamente aprecia a Will.

—William, Alysson, dejen a la pobre chica en paz — dijo la mujer.

Ellos se quedaron quietos.

— ¿Estas bien querida? — dijo sentándose a mi lado.

—No —contesté honestamente.

—Mamá, Lia va a venir y no creo que sea conveniente que vea a Abby — dijo Will.

—William, la chica va a hacer lo que ella crea, no vas. ni vamos a decidir por ella.

Él chico asintió y yo seguía confundida.

— ¿Quién es Lia? — pregunté.

La madre de Jason, bueno, eso había supuesto al ver el parecido, me miró.

—Es la prometida de Jason — dijo calmadamente.

Sentí como mi sangre se congelaba y mi vista se empezaba a nublar. Las palabras que Jason me había dicho volvieron a mi cabeza y comencé a marearme.

— ¿Necesitas algo? — Preguntó su madre recargándome en la cama — dame agua por favor Alysson.

La chica tomó la jarra que había a mi lado y vertió un poco en el vaso de cristal, me lo extendió y tomé con gusto, dándole un trago.

Un hombre se acercó a la puerta de la habitación.

—La señorita Lia ya está aquí.

Alysson me miraba, mientras que William estaba analizando la situación y su madre, miraba al hombre.

—Gracias — dijo ella y el hombre se fue.

—Quiero hablar con Jason — dije levantándome.

Todos me miraron.

— ¿Estas segura? — preguntó William viéndome.

—Sí — dije aunque no era cierto.

Alysson salió de la habitación y su madre me miró.

—Llévala a la oficina de tu padre por favor — pidió levantándose de la cama.

Él asintió y nos dirigimos a fuera de la habitación. Me sorprendí al ver lo hermosa que era la casa, casi podía jurar que parecía un museo de lo magnifica que era. Las paredes estaban pintadas de un blanco tan pulcro que casi resplandecía. Los pisos eran tan brillantes y limpios que podías ver tu reflejo. No había notado que habían cambiado mi ropa por un pijama de short  en color negro y una blusa con tirantes del mismo color y llevaba puesto unos zapatos de casa.

William tocó la puerta café frente a nosotros y entró.

Tragué forzosamente al ver a una chica muy rubia al lado de Jason.

Mi nuevo Roomie (Roomie 2)Where stories live. Discover now