Se encogió de hombros y decidió que esperaría. Le daría el beneficio de la duda a su amigo del futuro.

No pareció, hasta el momento en el que fue a acostarse, que la profecía fuera a cumplirse. Sin embargo, cuando despertó, se dio cuenta que su techo estaba blanco. Se incorporó de golpe y caminó hacia la pared más cercana. Sobre los árboles, sobre el pasto, sobre la tierra, había nieve.

—No puede ser—se dijo así mismo.

Dio un respingo y se puso un albornoz encima del pijama. Agarró una libreta de la mesa de trabajo y una pluma. Alcanzó la puerta y, tras luchar un poco con la nieve acumulada, abrió la puerta. Dodger lo siguió dando brincos en la nieve, jugando en ella, mientras él se hacía paso entre ella con algo de dificultad.

Escribió la nota y la metió en el buzón. Levantó la bandera y esperó.

***

Tony se había levantado temprano, raro en él, había subido a Dodger en el asiento trasero del carro y fue por un café, y unas donas. Después, con sus compras, se dirigió al lago. Ahí, sentado en el cofre de su auto se bebió el café y se comió las donas; por supuesto, le dio unos trozos a su fiel amigo peludo. Siempre con la vista fija en el buzón.

Sonrió cuando la bandera subió y corrió para abrir el buzón, bolígrafo en mano. Si sus cálculos eran correctos, su hombre del pasado debía estar congelándose en ese momento. Así que tenía que darse prisa. Sacó la nota y leyó con apuro.


Ok. Es verdad. Pero, ¿cómo?


Tony garabateó una respuesta rápida y subió la bandera.

***

Steve sentía la nariz helada, pero pensaba esperar un poco antes de rendirse y meterse a la casa. Después de todo, nada le aseguraba que el otro estuviera frente al buzón en ese momento. Sin embargo, pronto, vio que era justo así. La bandera del buzón bajó y tras un breve instante volvió a subir.

Steve se apuró y sacó la nota.


Tal vez un salto cuántico, un agujero de gusano que conecta tu tiempo y el mío. ¿Qué opinas?


Steve sujetó la libreta y escribió tan rápido como sus dedos entumidos por el frío le permitieron. Metió la nota al buzó y subió la bandera, casi de inmediato, ésta volvió a bajar.

***

Tony leyó la carta y sonrió.


Es extraño, pero interesante. Me gustaría saber, ¿por qué?


Tony se encogió de hombros y, una vez más, escribió su respuesta y devolvió el papel al buzón.

—Rápido—dijo y rió—, o te enfermarás.

***

Steve sacó la nota.


No tengo idea. Pero por ahora será mejor que entres o te convertirás en paleta de hielo.


A Steve, aquello, le hizo gracia. Rió y escribió su pronta respuesta, esperando que aquel del otro lado no se hubiera ido aún.

***

Tony, ciertamente, estaba por irse, pero alcanzó a ver la bandera del buzón subir.

—Ah, qué necio—dijo sonriendo y sacó la nota.


Sólo una cosa más y volveré adentro. ¿Cómo te llamas?


Sonriendo, escribió su respuesta.

***

Tony. Entra YA


Steve rió. Escribió unas cuantas palabras detrás de aquella nota, la metió al buzón, cerró la puerta y subió la bandera. De inmediato, caminó de regreso a la casa.

—¡Dodger!—llamó a su perro que en ese momento disfrutaba de comerse los copos de nieve que aún caían sobre sus cabezas.

El can giró el rostro hacia él y lo siguió al interior de la casa moviendo la cola.

***

Tony sacudió la cabeza cuando vio la bandera elevarse.

—Vaya, si te da pulmonía, no me culpes.

Sacó la nota del buzón y tras leerla rió.


Ya me meto.


—Qué tonto—sonrió—. Vamos, Dodggie—dijo dirigiéndose a su auto—. Mañana volvemos, te lo prometo.

Ante eso, el can obedeció y subió al auto. Tony esperaba poder platicar fluidamente con aquel hombre del pasado, al día siguiente.

Como lo prometió, volvió. En esa ocasión se llevó una hielera con cervezas, bolsas de papas fritas, su Kindle, una silla de playa y, por supuesto, pluma y papel. Se sentó junto al buzón y comprobó que estaba a una buena distancia para abrir y cerrar el buzón sin levantarse de su cómodo asiento. Sólo esperaba que, del otro lado del tiempo, aquel otro, también estuviera cerca. Pero, si no, tenía todo para soportar la espera.

***

Steve estaba pintando en el interior de la casa. No había nevado y el sol había derretido casi toda la nieve del día anterior. Aún hacía un poco de frío, pero era soportable. Por suerte, no pescó un refriado; aunque, pensándolo mejor, tal vez, aún no se manifestaba. En fin, decidió tomar un descanso, dejó los pinceles, se limpió las manos y fue a la cocina por algo de beber. De camino se asomó hacia el buzón.

La bandera estaba arriba. Olvidó el motivo por que se había levantado y tomó su libreta y pluma. De paso, cargó con una silla. Dodger lo siguió y se entretuvo persiguiendo una mariposa, mientras él abría el buzón y se acomodaba para lo que, esperaba, fuera una charla activa. 

Espero que les haya gustado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Espero que les haya gustado.

Es un buzón mágico jaja

 Me alegra que muchas personas no hayan visto la película aún jaja así no sabrán lo que pasa y no tendrán spoilers. Para quienes si la han visto, espero que no les decepcione esta adaptación. XD

La canción de está ocasión es Untagled love de Brandon Florwers. Tal vez no tiene mucho que ver con el capítulo, pero, repito, es parte mi soundtrack stony XP

¡Nos estamos leyendo!

La casa del lagoWhere stories live. Discover now