Finn Balor

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"Me encanta esa mirada tan dulce que me das cuando algo te parece lindo."

- maldita sea - suspiré - Finn - mi respiración estaba cada vez más agitada, se me dificulta poder respirar y Balor lo único que hacía era reírse de mis caras. - ayúdame, por favor - no alcanzaba el cereal de la estantería más alta, Finn los ponía allí ya que él sí alcanzaba.

- me gusta ver como lo intentas - río, su cara tenía una cálida sonrisa, me miraba tiernamente. Se acercó hasta donde estaba y sacó el cereal de la estantería, me lo entregó y puso sus manos en mis caderas, un escalofrío recorrió mi espalda y solté una risa.

- Finn, por favor, tengo hambre - mordió mi cuello, dejando seguramente una marca.

- yo también - me di la vuelta con el tazón de cereal en la mano y lo mire a los ojos.

- ah, ¿sí? - sonreí con malicia y llevé un poco de leche con cereales a mi boca. - ¿que quieres comer?

- no sé - sonrió de la misma manera. Me sentó en la mesada y posó sus manos en mis muslos. Guiñó un ojo.

- ya hubo mucho anoche, demás si quieres tener un bebé prepárate para tener 9 meses de abstinencia. - anuncié.

- pero...

- Finn, tienes que ir a entrenar - bajé de la mesada y caminé por la cocina hasta el sillón de la sala - además, creo que estoy lo suficientemente preparada para tener dos bebés - reí. Estaba algo loca. Se acercó adonde me encontraba y se sentó al lado mío.

- está bien, solo si esta tarde, después que venga de entrenar, salimos un rato.

- ok, te esperaré - le sonreí y me besó. - adiós.

Se colocó la campera y salió, terminé de comer lo que aún quedaba en el tazón y encendí la televisión, vería algo antes de poder ir al trabajo, al encenderla me encontré con el canal donde pasaban repeticiones de las luchas anteriores de Raw y Smackdown, era entretenido de vez en cuando, en otros momentos me parecía algo extremo y no me gustaba tanto.

Después de estar unos cuantos minutos sentada, me fije en la hora y me di cuenta que solo me quedaban un par de minutos para tener que irme, me paré de golpe y salí corriendo hasta la habitación, en busca de mis cosas y de los zapatos que usaría ese día. Debería de dejar todo preparado para no tener que estar dos horas buscando un par de llaves.

Una pequeña sensación de querer vomitar se habían presentado en mi garganta, pero me trague el sentimiento. No le di importancia y salí en camino a la guardia.

- hola Emi - saludé a la recepcionista, que era una amiga, la conocía desde la secundaria y digamos que nos llevamos bastante bien — ¿Cómo estás? — me pare enfrente de ella y me sonrió.

— muy bien, como te fue con ya sabes qué — me tiró una mirada cómplice, para reír y pasarme los expedientes de mis pacientes.

— eh, creo que bien, hablé con él y está más emocionado que yo así que dentro de algún os cuantos meses vendré gritando aquí — reí yo también y río conmigo

— se que es algo apresurado pero quiero ser la madrina — le sonreí.

— pero claro, tachare las otras pretendientes para ser la madrina del bebé imaginario — hice un check en el aire. — listo eres la madrina designada de Cher.

𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭 / 𝐖𝐖𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora