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—¡por la unión!

levanté mi brazo con la copa entre mis dedos.

—¡por el amor!

los invitados me miraron e imitaron, levantando sus copas.

—¡por la esperanza que das!

aferré mis dedos a la copa.

—¡porque siempre estes satisfecho!

miré las rosas blancas que adornaban las mesas antes de levantar la mirada y encontrar a todas las personas mirándome con una sonrisa.

—¡brindo por los novios!

—¡por los novios!

sonreí levantando más la copa, sintiendo como mis lágrimas se desbordaban de mis ojos y caían por mis mejillas, ignoré eso y todo lo demás, solo podía mirarlo a él y su brillante sonrisa, levanté más mi copa y volví a sonreír.

recordaba aquella noche, aquel día que jamás olvidaría, aquel día que me había cambiado para siempre, aquella noche de la que probablemente me arrepentiría por el resto de mi vida.
recordaba a los chicos casi cayéndose con sus propios pies tratando de conquistar a la chicas.
recordaba aquella luna que parecía irreal, aquella noche que se sentía como un sueño.

pero nunca olvidaré tu rostro.
no he vuelvo a ser el mismo.

esperaba al lado de la barra, estaba aburrido y sentía que los minutos se alargaban tanto como las horas, estaba solo y a punto de irme a casa cuando te vi.

ojos inteligentes con una mirada de cazador.

volteaste a verme desde el otro lado de la barra y te acercaste dejando detrás a tus amigos.

—hola.

en ese instante sentí como si todo hubiera desaparecido llevándose mi cordura y mis memorias.

—¿cómo te llamas?

¿y cómo iba a saberlo?

hiciste una señal apuntando al balcón a la vez me me mirabas esperando una respuesta, no pude responder así que simplemente te seguí cuando tus pasos se encaminaron hacia el exterior, te recargaste en la barandilla y me miraste.

—te ves como alguien que nunca ha sido satisfecho.

—estoy seguro de no entender a qué te refieres, debes estar equivocado.

—eres como yo.

lo miré con curiosidad.

—nunca estoy satisfecho.

—¿de verdad?

—nunca he estado satisfecho.

—..mi nombre es youngheum lee.

sus ojos parecieron brillar a la vez que se enderezaba y extendía la mano.

—youngho seo.

estreché su mano sintiendo la calidez nacer en la palma de mi mano y entre mis dedos recorriendo poco a poco todo mi cuerpo disparando el latido de mi corazón.

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