—Chaeyoung, yo...

—Porque tú no solo me diste un presente, también me diste un pasado y un futuro. Mina, tú eres mi vida... —tomó aire, estaba por llegar el momento—. Tú eres el amor de mi vida... y yo sé que no lo soy para ti, pero quiero irme de este mundo intentando serlo —la pequeña buscó en el bolsillo de su sudadera y sacó una pequeña y elegante cajita. La abrió con seguridad y dejó ver el hermoso anillo—. Así que, Myoui Mina... ¿quieres casarte conmigo? —preguntó.

— ¡SÍ, SÍ, SÍ! ¡SÍ QUIERO!

La mujer estaba feliz, tomó el anillo y se lo puso rápidamente en el dedo.

—Santana, por favor —Yerim calmó a una de sus empleadas—. Te hice venir para que Chaeyoung practique y para que le comentes si has notado algún error en su pedido —explicó la educada mujer.

La empleada frenó su entusiasmo y acomodándose su traje, se enderezó.

—Disculpe, señorita Kim —carraspeó—. Me dejé llevar por el momento —se justificó.

—Estás disculpada. Ahora — le señaló a la pequeña que seguía arrodillada en el piso mirando el papel que tenía en sus manos.

—Señorita Chaeyoung —la empleada llamó la atención de la pequeña—, su pedido fue realmente hermoso —opinó sacándose el anillo y devolviéndoselo a la pequeña—. No creo que su novia se resista —agregó con una sonrisa.

Chaeyoung se levantó y torció su cabeza para mirar a la empleada—. ¿De verdad? —preguntó.

La empleada asintió

—Santana está en lo cierto Chaeyoung —Yerim interrumpió—. Has preparado un discurso hermoso —la mujer señaló el papel de Chaeyoung—. Aunque no estoy muy de acuerdo con que digas que tú no eres bonita, pero eso te lo dije apenas me dejaste leerlo —añadió la sofisticada mujer.

La pequeña torció la cabeza y sin hacerle caso al último comentario, miró a Yerim.

—Pero... pero... tartamudeo y.… y.… se me olvida lo que escribí y eso que no estoy con Mina —Chaeyoung miró a la empleada—. No se ofenda, usted es muy hermosa —la mujer se ruborizó—. Pero... pero Mina es... es... y si está mirándome con sus ojos, eso… esos lunares en su rostro… yo... yo...

Yerim giró los ojos.

—Chaeyoung, lo vas a hacer bien —le aseguró—. Hemos practicado durante casi una semana y hemos probado con casi todas las mujeres del negocio e inclusive Robert se ofreció a hacerlo, y todos aceptaron tu propuesta. Más de una se puso el anillo —Yerim miró a su avergonzada empleada, que se hacía la desentendida—. Además, estoy segura de que le va a encantar todo lo que tienes planeado —tocó la nariz de la pequeña—. Mina es una chica con suerte —agregó son una sonrisa.

Chaeyoung agitó su nariz y sonrió, la inocente pequeña no detectaba insinuaciones.

—Permiso —la misma mujer que días atrás había interrumpido el primer encuentro entre Yerim y Chaeyoung aparecía en el despacho de la Joyera—. Disculpe, señorita Kim, pero su padre está preguntando por usted y quiere repasar las cifras del mes en cuanto antes —comentó.

Yerim giró los ojos.

—De acuerdo, enseguida voy —avisó con educación para después mirar a Chaeyoung—. ¿Quieres que mande a llamar a otra empleada para repasarlo una vez más o.…? —la negatividad de Chaeyoung frenó la pregunta.

No Soy Para Ti - Michaeng G!PWhere stories live. Discover now