6. Sorpresas inoportunas

7 1 0
                                    

----------------------------------------

Nota del autor: Los diálogos que se muestren en cursivadenotan una conversación escrita, mientras que los textos normales indican una conversación hablada.

----------------------------------------


-... ¿Tan rápido? ¿No podemos esperar un poco más?

-Por lo que dice el señor Kenji, creo que no.

Mi mamá veía la cara de sorprendido que yo tenía durante la conversación.

Estaba en shock al enterarme esa tarde (la misma tarde del asalto de Eduardo) que nos iríamos del país en 5 días.

La ropa, los artículos personales y parte de la comida estaban siendo empacados con algo de apuro.

Y yo... recién enterándome de todo.

-Bicho, pero ¿por qué no me dijeron nada?

-El señor Kenji nos dijo fue hoy –dijo mi papá-. Nosotros tampoco sabíamos.

-... Señor Kenji. Si teníamos que estar listos en 5 días, ¿por qué nos viene a avisar hoy?

-La academia me exigió estar allí en 5 días para ir preparando todo para la primavera, pero el Departamento de Administración debía avisarme hace 2 semanas sobre este tipo de gestiones. Me disculpo por eso.

Por eso es que no me gustan las sorpresas...

Mi mamá estaba hablando conmigo esperando a que mi papá terminara de empacar la ropa.

-... Pero no hemos comprado los boletos ni siquiera –dije, contrariado por la noticia-. ¿Cómo vamos a ir a Japón en menos de 5 días?

-Tengo un amigo de la academia que puede ayudarnos con los boletos –comentó Kenji-. Si lo desean, puedo llamarlo para que compre los boletos esta misma noche.

-¡Por supuesto! –exclamó mi mamá con gusto.

-... ¿Y ustedes me vana acompañar en el viaje o me voy solo? –pregunté, aún confundido.

-Te vas tú solo a la academia, pero te acompañamos a Japón. –respondió mi papá.

-¿¡En serio!?

-Claro. ¿Crees que no vamos a hacer de turistas con esta oportunidad?

La conversación se animó un poco con esa noticia y el escándalo no se hizo esperar entre todos.

... Todos menos Kenji.

El señor seriedad estaba hablando por teléfono con alguien del exterior (o eso me dio a entender cuando hablaba en japonés).

-Hai... Hai... Arigatou... Todo listo. Mañana en la tarde nos van a llegar los boletos por envío postal. –anunció Kenji.

-... ¿No habrá problema si compramos los boletos así? –pregunté ignorando el alboroto de mis papás.

-Para nada. Hackertrace se... mi amigo se encargará de cualquier problema.

¿Hackertrace? ¿Qué clase de nombre tan horrible es ese?

Aunque si lo pienso bien, nunca escuché de alguien con ese nombre.

-Supongo que lo que queda es irme a mi casa. –dijo Kenji.

-¿Qué? ¿No ve vas a quedar?

-No. Ustedes están ocupados, y es posible que yo termine siendo un estorbo. Lo mejor será que yo me vaya.

La mejor forma de escapar...

Luego de que Kenji se fuera, mis papás y yo nos quedamos hablando del tema.

Parece que a mi mamá, a pesar de todo el festejo que hizo, le daba miedo la idea de irnos del país. Por otro lado, mi papá estaba totalmente seguro de viajar.

Era entendible eso. Mis papás tenían 20 años viviendo en la casa en la que estábamos empacando. Mi mamá dejó de trabajar con mi papá en el periodismo para cuidarme.

Lo mejor que pude hacer es irme a mi cuarto sin hacer ruido para dejar que ellos hablaran.

Nunca pensé que la idea de emigrar fuese tan difícil de digerir de un momento para otro.

Me senté frente a mi Canaima para distraerme un poco buscando memes. Una técnica que nunca falla en casos como este.

Pero con todo y eso, el relajo no duró mucho, no con la duda que salió a flote en mi mente... "Hackertrace". ¿Quién se supone que es este tipo?

"Bueno, una búsqueda en Google siempre sale bien para resolver dudas."

Eso pensé hasta que vi el mensaje de "Esta página no está disponible" luego de cargar la página.

Al principio creí que el internet se había caído, pero los memes cargaban como si nada. La duda se disparó en mi mente al ver eso.

Preguntándome qué sucedía intenté cargar de nuevo la página. Para mi sorpresa, el navegador mostraba el mismo error, pero entre las sugerencias decía "No hagas eso".

-... ¿Qué es esto?

Mi curiosidad se estaba convirtiendo en miedo, pero aún así no podía dejar de ver la computadora.

Intenté cargar, una vez más, la pestaña que tenía el error. En respuesta, todas las ventanas se cerraron y el bloc de notas se abrioó ocupando toda la pantalla.

-¿¡Hasta cuándo estarás buscándome en internet!? ¿¡Te crees muy gracioso o te estás haciendo el tonto!?

La computadora parecía tomar vida propia con ese texto que se escribió solo.

Repito, por eso es que no me gustan las sorpresas.

Como lo único que había en la pantalla era texto, me acerqué a escribir también.

-¿Eres Hacertrace? –escribí.

-No, soy Julian Assange. ¡Claro que soy Hacertrace! ¿¡En qué demonios estabas pensando al buscar mi nombre en Google!?

-Lo siento.

-... Claramente, Psicosis no te ha disciplinado como debería.

-¿Psicosis? ¿Te refieres a Kenji?

-No, me refiero a Charles Xavier. ¡Dios mío! ¿¡Cómo se puede ser tan estúpido en la vida!?

Con eso me di cuenta de que esta tipo es de mal temperamento.

-Lo siento. Yo solo quería saber más de ustedes. Kenji mencionó tu nombre, pero no quiso decir nada.

-... Luego hablaré con él. Mira, mocoso. No te impacientes en buscar información de nosotros. Nos vas a conocer cuando llegues a Hiroki. ¿Entendido?

-Entendido.

-... Me quedaré un rato más, pero tu internet es una mierda. ¿¡Con qué demonios hacen estos servidores!? ¿¡Con piezas de Lego!?

Cerrándose de inmediato el bloc de notas, un archivo PDF llamado "Academia Hiroki" apareció en el escritorio.

Con el pequeño shock que recibí, no sabía si hacerle caso a Hackertrace o seguir buscando información por mi cuenta.

Tampoco sabía si debía confiar en alguien que pudo entrar a mi computadora y hacer lo que quisiera como si nada.

Me limité a pensar que cada héroe tiene una forma de trabajar diferente a los demás.

Boku no Hero Academia - Pseudo-héroesUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum