Sus lágrimas vuelven a rodar por las mejillas, jamás había visto a Ana así.

Una cosa era saberlo por Mack cuando se lo contó a Donovan y a ella, y otra era verlo en estado puro y salvaje.

No cree que esté preparada para vivir con ellos.

Ana es una bomba de relojería en estos momentos, podría desatar el caos y lo peor de todo, ser castigada por ello.

—¡Lo siento, no lo hagas!... ¡Me controlaré, te lo prometo! No puedo volver a ese castillo —admite llena de culpa por lo que acaba de pasar.

Se va directa al sillón mientras Alma comprueba desde la ventana que ha parado de llover.

—¡Me cago en la puta! ¡Me has dado miedo tía, no vuelvas a hacerme eso, estoy acojonada con tu poder! —exclama con temor en sus ojos.

—Otra palabrota más y te envío un rayo para que te queme esa lengua sucia que tienes —le dice Ana con una sonrisa en sus labios para que su amiga se relaje un poco.

—¡Joder, no vuelvas a hacer eso delante de mi! ¡En serio, casi me meo las bragas por el miedo! —le advierte sonriendo por sus cosas.

—No puedo con vuestras cosas, ¿de verdad, acabas de volver a hablar mal? ¡No me tienes tanto miedo cuándo vuelves a decir palabrotas bruja fea! —advierte ésta con su ceja levantada.

Las dos se miran y se empiezan a reír.

—¿Quieres salir esta noche? —la anima Alma— eso si, te lo advierto, nada de poderes, no vamos a ir por el local, solo una noche de chicas.

—¿Noche de chicas?... ¡Ya lo somos! —contesta Ana sonriendo.

—Me refiero a salir como hacen los humanos, iremos al Club Ice, nada de estar con personas como nosotras —le explica Alma como si su amiga no lo entendiera.

—Lo he entendido bruja fea, voy a darme una ducha para ir preparando lo que voy a ponerme. ¡Espero que no salgas con esas pintas y sabes a lo que me refiero! —le grita cuando va llegando al cuarto de baño.

Las dos están en la puerta mirando la entrada del local —¿Éste no es el local de Kellan? —pregunta Ana con cara de asombro.

—El mismo —contesta ésta.

—¿Pero a ti no te gusta esta música bruji? —advierte mirándola a los ojos.

—¡Eso da igual!, me tomo una par de cervezas y verás como bailo mejor que tú —apunta sin dejar de sonreír.

—¡Vale, veamos como mueves ese cuerpo!

Entran en el local y se quedan alucinadas con la gente que hay.

La decoración no tiene nada que ver con lo que Alma está acostumbrada a ver en el local de Mack.

Aquí todo es más sofisticado y moderno.

La gente está en la pista de baile dándolo todo.

Se dirigen a la barra para pedirse las cervezas y los tequilas.

—¡Estoy fuera de juego, me siento más perdida que caperucita roja en un centro comercial! —le grita Alma.

—¡Eso lo sabía yo desde que te vi en la puerta!, así que venga, vamos a brindar y a emborracharnos antes de que salgas corriendo —le advierte ésta para que esté tranquila y disfrute.

—¡Creo qué la música está muy alta! —vuelve a gritar Alma.

—¡No me líes con tus cosas que nos conocemos!, vamos a bailar bruja fea. ¡Me lo prometiste, tienes que cumplirlo!

En Mis SueñosWhere stories live. Discover now