Gold & Regina viven ahora muy felices al lado de sus respectivas familias en Storybrooke.
La paz y tranquilidad los acobija, pero jamás se debe bajar la guardia. ¿Qué ocurrirá cuando deban enfrentarse a un nuevo peligro? Serán tan fuertes como para...
Luego de que Regina & Thomas desaparecieran, todos habían quedado en shock, Gold ingresó a la casa y les pidió a todos que se retiraran, los presentes no objetaron nada y salieron de la mansión
Gold tomó a sus nietos y junto con Henry subieron a su habitación para darles un baño y su biberón ya que los pequeños se frotaban sus ojitos en señal de cansancio, ambos hicieron un buen trabajo y los mellizos ya estaban durmiendo en sus cunas
—Buen trabajo muchacho— le aseguró Gold a Henry
El adolecente sonrió
—Creó que tú también ya deberías ir a dormir, se hace tarde— comentó
—Pero mamá y Thomas— respondió lleno de dudas
—No te preocupes prometo que estaré aquí esperando a que lleguen— le aseguró
Él muchacho decidió hacerle caso a su abuelo, a parte ya era su hora de dormir y sabía que a su madre le molestaba que él no respetará su horario
Gold hizo aparecer una botella de ron y una copa y se sentó a esperar
.
Regina los hizo aparecer en el living, ambos se asustaron al ver a Gold sentado esperándolos
—Papá— dijo ella
—Supongo que las cosas están bien— supuso al verlos tomados de la mano
—Sí, ya solucionamos todo— respondió Thomas
—Está bien, no necesitó explicaciones, esta es su casa y yo solo estaba esperando que llegaran para asegurarme de que estuvieran bien, los niños ya están durmiendo y supongo que ustedes también deben estar cansados— declaró
Ambos asintieron
Él tomo su botella y copa para emprender camino hacia la habitación donde se encontraba su esposa
—Que descansen— se volteo a ver a Thomas— Me alegró que todo ya esté bien ya que me agradas— provocando así que él se sonrojara— Aunque tener como yerno a uno de los más grandes maestros Voodoo no estaría nada mal— expresó y soltó una risita
La pareja comprendió que él solo trataba de bromear, estaban agradecidos de que se haya hecho cargo de los niños y sobre todo que nos los atribulara con preguntas, la pareja subió a su habitación, definitivamente había sido un día bastante agitado
.
Gold no podía dormir, ese día había sido un revolú de situaciones, Liz estaba recostada en la cama, parecía una muñeca dormida, ella lo había despertado por la tarde, cuando abrió los ojos ella ya estaba dormida nuevamente, le dejo un mensaje en su teléfono, donde le pedía que no se preocupara, ella estaba segura de que lograría encontrar la manera de romper la maldición o si eso no funcionaba le pedía que no la despertará, él era mas útil en aquella ciudad o para su familia, cada palabra calaba en lo más profundo del alma del Sr. Oscuro, ya finalizando el mensaje ella le suplicaba que no olvidara la promesa que habían hecho, una lágrima traicionera escapaba de sus ojos mientras su mente recordaba aquel día
RECUERDO
Liz estaba sentada mientras Gold le contaba algo gracioso que le había ocurrido ese día en el trabajo
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