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-Tom, te la encargo mucho. Cuidala - le dice mi padre, si, estoy en el aeropuerto a 20 minutos de estar camino a una nueva experiencia y lo mejor de todo lejos de mis padres. 

-Claro señor Allen - estrechan su mano en un saludo de "machos" y mi padre se acerca a mí y me da un gran abrazo. 

-Quiero que me cuentes todo lo que hagas, pero principalmente cuidate mucho. Te quiero, te queremos - dice aun abrazándome, mi familia nunca es buena con las despedidas y no porque todos terminan llorando ni nada por el estilo pero porque como nunca hemos sabido demostrar nuestros sentimientos a los otros integrantes, las despedidas son extrañas y vergonzosas; aún recuerdo cuando me enviaron a un internado cuando tenía 6 años, me enviaron con un chófer para no tener que despedirse y porque "ya yo era lo suficientemente grande". 

Por el parlante llaman nuestro vuelo, mi padre me suelta y besa mi mejilla. El es bueno, en realidad es muy bueno y dulce y lo quiero un montón pero a veces es tan bueno que mi madre se aprovecha de ello y terminamos teniendo problemas porque yo soy una "malcriada indisciplinada" según me llama ella cada que puede. 

-Yo también te quiero y sabes, si ella me quisiera estaría aquí - es lo único que digo antes de alejarme caminando. 

(...) 

Siento como suavemente mueven mi hombro y despierto para ver a Harry de pie frente a mi. 

-Hemos llegado - volteo a ver a la ventana y efectivamente ya hemos aterrizado, me estiro en mi asiento y asiento con la cabeza. 

Lo único ventajoso de que mis padres o bueno, mi padre tenga dinero es que puedo volar en primera clase y los asiento aquí son mil veces más cómodos que los de la clase económica. 

Salimos del avión y vamos por nuestro equipaje, yo aún ando en modo zombie ya que no pude dormir mucho en el avión porque estuvimos dentro de una tormenta como media hora y para ser sincera la cantidad de turbulencia y rayos me espantaron.

-Y entonces Liv, ¿donde te quedarás? - pregunta Tom mientras esperamos. 

-No lo sé, ¿Puedo usar tu departamento? - muerdo el lado de adentro de mi mejilla esperando que diga que si. 

-¡Desde luego! - acepta y libero el aire que no sabía que estaba conteniendo, no quería tener que quedarme con los Holland en su casa, habría sido incómodo - Pero deberás dormir hoy en casa y ya mañana te llevo. 

-¿Por? - cuestiono. 

-Está un poco desastroso así que enviaré a alguien para que lo arregle por ti - se encoge de hombros. 

-Oh ambos podrían ayudarme a limpiarlo - sugiero, no quiero que gaste dinero en vano y menos si se trata de limpiar un departamento o sea de seguro mide 2 metros cuadrados, es un departamento. 

-¿Segura? - pregunta, asiento. 

-Te ayudará Tom porque yo quiero ir a dormir a mi cama - se burla Harry y le lanzo una mirada matador a por hacerme quedarme sola con Tom. 

-Por mi no hay problema - responde su hermano. 

-Está bien - me rindo, todo sea por no quedarme en la residencia Holland. 

Luego de alfin obtener nuestro equipaje nos vamos en el auto que enviaron los padres de los chicos, primero Tom le indica al conductor que nos deje en el departamento y esto hace. 

Las luces de Londres son tan hermosas, tal y como las imaginé todas las veces que hablé con Haz sobre venir a pasar las navidades aquí. Haz, cuanto lo extraño pero si el siguió adelante yo también debo hacerlo. 

Tal vez el venir a su ciudad natal no haya sido de las mejores ideas que he tenido pero al menos aquí no tengo recuerdos con él en cada cafetería o en cada museo, de vuelta en casa si los tenía y era un poco enfermizo y más que todo doloroso el visitarlos. 

-Gracias Humbert - agradece Tom cuando el conductor nos deja fuera de un gran edificio con una fachada hermosamente deslumbrante. 

-Gracias - hago lo mismo, miro el edificio boquiabierta. 

-Con gusto, nos vemos - se despide y se va a con Harry. 

-¿Vamos? - hace una seña y asiento, el loby del lugar es tan impecable como su exterior, subimos por el ascensor hasta el último piso y Tom saca su llave para abrir una de las dos puertas en el pasillo. 

Mi mandíbula cae hasta el piso al ver el interior de su departamento, es como una mini casa totalmente equipada y lujosa. El lugar es grande, al entrar ves una sala de estar y al dónde de esta un gran ventanal sin cortina desde el cual puedes ver la hermosa ciudad, a la derecha hay un minibar y al lado de este una puerta que supongo que es la cocina. 

-Es mucho lo sé, mis padres me lo regalaron - ¿Que tienen los padres adinerados con regalar departamentos? ¿Tanto les urge que sus hijos salgan de sus casas? Digo al menos mis padres no me han regalado uno pero me están diciendo que me case lo que prácticamente es lo mismo. 

-Tranquilo, entiendo - sigo inspeccionando el lugar, la paredes blancas combinadas con gris claro hacen que la sala se vea aún más amplia. 

Aun no veo el desastre del que hablaba y ya recorrí toda la mini mansión, abre la puerta de la habitación principal. 

-Mañana vendré por mis cosas para que tengas más espacio lo siento - se rasca la nuca viendo el interior del armario. 

-Tranquilo, traje poco - veo mi maleta, se me hacía una idea tonta traer miles de prendas así que solo traje lo esencial y si veo algo bonito entonces lo compraré con mis ahorros - ¿Donde está el desastre que me dijiste? 

-Tal vez mis padres enviaron a alguien más temprano, no lo sé - puedo notar que está un poco incómodo y para que mentir, yo también lo estoy. 

-Entiendo, ¿que te parece si hacemos algo? - pregunto, no quiero ser grosera y tal vez así pueda conocerlo un poco. No para lo que ustedes ya saben pero si pasaré seis meses conviviendo con el no quiero que sea tan incómodo. 

-Claro, ¿como que? 

-No lo sé, ¿jugamos a preguntas de respuesta mutua? - genial Olivia, ahora pensará que eres una infantil. 

-Está bien - asiente y se va a sentar en el sofá, lo sigo - Comienza. 

-¿Cuál es tu segundo nombre? - pregunto lo primero que viene a mi cabeza. 

-Stanley - responde y me sorprendo - ¿Que ocurre? 

-Cuando te conocí no recordaba bien tu nombre así que te llamaba Stanley solo porque creí que tenías cara de - confieso y el ríe, tiene una risa bonita. No, no, no puedo pensar eso. 

-No tengo cara de Stanley - dice riendo. 

-Claro que sí - me sumo a su contagiosa risa. 

-Lo que digas - rueda los ojos divertido - ¿cuál es tu segundo nombre? 

-No te lo diré, es feo - arrugo la nariz, mi segundo nombre nunca me ha gustado así que desde pequeña he dicho que únicamente me llamo Olivia. 

-Vamos, yo te dije el mío - me reprocha. 

-Pero el tuyo no es feo, es de viejito pero no es feo - bromeo. 

-Pues gracias,supongo - reímos. 

-Me caes bien - digo sin pensarlo. 

-Y tu a mi - responde. 

Disculpen la demora pero estoy en exámenes :c

Espero que les haya gustado el cap.

Strangers || Tom Holland Where stories live. Discover now