MATRIMONIO POR CONTRATO | TRILOGÍA (El juego comienza) EN EDICIÓN*

Capítulo 3

Dato: La diferencia entre los países/ ciudades/ continentes que se hagan mencionar, pueden estar a +15 horas de diferencia del escenario principal del cual vienen los personajes. En pocas palabras, se podría decir que entre tanto uno este finalizando el día, el otro puede estar comenzando lo. Un día de diferencia.

Horario Corea. 5:54am

Marzo 21, Martes.

Anna Griffin.

Nos abrazamos, nos consolamos, ella llora, yo me trago mis propias lagrimas, nos encontramos despidiéndonos como si nunca más fuese a volver a la capital de Seul, cuando las dos sabemos que no sera así.

—Ya es hora, Celia —La voz de papa se hace escuchar a nuestro costado y poco enseguida esta alejando a mama de mis brazos para ser él quien ahora la envuelva en los suyos —, ella tiene que irse.

Todo dentro de mi se remueve, mi corazón estrujarse y el nudo en mi garganta vuelve aparecer. Estar en este punto en que no solo me separo de mis padres y hermana, sino, de la casa en que viví poca de mi infancia y toda adolescencia, es lo único en lo que no me encontraba aun preparada.

Muerdo el interior de mi mejilla e intento darles mi mejor sonrisa cerrada, no quiero que noten cuan afectada realmente estoy, seria aun más difícil para ellos y para mi, así que prefiero soportarlo, prefiero que Mama y Ellen vean cuan lista estoy para crear una nueva familia, un nuevo hogar junto a John.

Aunque realmente ese siempre fue mi plan para hacerles ver, sin embargo con la propuesta de John, lo nuestro quizá pueda ser aun más sencillo de lo que tenia planeado.

Aclaro mi voz —Les enviare un mensaje cuando hayamos llegado al aeropuerto.

—Llámanos —Apresurado dice Papa —, hazlo incluso una vez hayan aterrizado ¿si?.

Asiento mientras él libera por un momento a mama y abre sus brazos en mi dirección. No lo dudo, correspondo su abrazo pese a que él fue el primero con quien comenzó mi despedida, después de todo es mi padre.

—Llámame, no importa que hora sea o donde estés, sí lo suyo realmente no funciona, si él no cumple con ser un buen hombre, cuidándote, respetándote y tratándote como su todo, yo voy a intervenir... —Susurra sobre mi oído, dejándome escuchar con claridad la preocupación en su voz.

A pesar de él haberme pedido hacer esto, guardar el secreto de mama y llevar el cargo de la empresa, sigue preocupándose por mi, sigue queriendo que esto nunca hubiese sucedido.

Niego. —Ahora somos una pareja y como todas las demás sabremos resolver nuestros desacuerdos.

—Anna —Me apretuja. Suspiro.

—Lo has comprobado, él es un buen hombre y sabe sobre mi pequeño problema, si realmente no lo fuese ¿crees que su comportamiento fuese el mismo?

Nadie seria capaz de permanecer con alguien con episodios como los que suelo tener bajo mucha presión y John lo hizo, él nunca retrocedió, decidió seguir con esto e incluso cuidar de mi en el proceso.

Papa debería de aceptar ahora mi única decisión.

—Ahora somos una verdadera pareja —Repito en un murmullo.

Le toma unos segundos responder y asentir — ...Lo respetare, prometo hacerlo, pero no dejes de acudir a mi, sigo siendo tu padre, sigues siendo mi hija y por supuesto que seguiré preocupando por ti. ¿Entendido?