Me enamoré de mi profesor

Sin salida

La noche.

Fuimos a casa de los martinez al llegar nos recibieron con mucho amor, nos sentamos en la mesa del comedor igual que la primera vez, me sentí tan incómoda que me quedé con la mirada baja en verdad no quería que mi mirada chocara con la de Mark.

Martinez• Antes de acabar con todo queremos que ellos decidan

Amanda• No entiendo porque.

Amelía•- Levanté la mirada y mis ojos cayeron sobre él quien me fulminaba con la mirada.

Martinez• Pregunte le a su hija si se quiere casar

Amanda• Amelía ¿te quieres casar?

Amelía• Ah, sí, sí mamá, me quiero casar — tartamude 

Amanda• ¿Pero qué te hizo cambiar de pare ser hija?

Amelía• Nada

Martinez• ¿Y tú hijo?

Mark• Sí papa. Me quiero casar

Martinez• Bueno ellos lo han decidido

Yolanda• ¿Están seguros?

Mark• Claro mamá

Amanda• Hija, ¿estás segura de tu decisión?

Amelía• Sí mamá ya no hay marcha atrás

Martinez• ¿Y cuándo se piensan casar?

Mark• Pronto, además no hay apuros ¿verdad Amelía?

Amelía• No, para nada — trague saliva.

Al otro día.

Me levanté muy temprano para ir a ver a Sebastian, salí sin avisar a nadie no quería que me hicieran un interrogatorio como siempre de costumbre.

Le llevé ropa, una colcha y su comida favorita Ramem en verdad me había acostumbrado tanto a despertar y ver los ojos de Sebastian que al no verlas me desepciono mucho. 

Al llegar

Me dejaron pasar sin problema ya que había venido antes, al entrar ví a Sebastian sentado se ve que no había dormido.

Amelía• Sebastian, aquí estoy — Sonreí.

Sebastian• Amelía volviste — me acerqué. 

Amelía• ¿Porqué no dormiste?

Sebastian• No pude y ¿tú?

Amelía• Tampoco, pero eso no importa, lo importante es que saldrás de aquí dentro de una semana

Sebastian• ¿Qué hiciste para que fuera tan rápido?

Amelía• De todas maneras iba a pasar

Sebastian• ¡Amelía contesta me!

Amelía• Me voy a casar con el y ya no hay nada que hacer

Sebastian• Tú no te puedes casar con él

Amelía• Olvidate de mí y realiza tu vida cuando salgas de aquí, yo solo te traigo problemas

Sebastian• Amelía no me pidas eso

Amelía• Lo siento — Serré mis ojos dejando caer mis lágrimas

De repente aparece Marisol y los interrumpe.

Marisol• Sebastian, vine en cuanto supe — la apartó y tomó su lugar.

Amelía• Adiós — me marché.