14화 : Guirnaldas

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       ㅡ ¿Disculpe?

       ㅡ Te has sentido suficientemente hombre para engañar a dos personas, atente a las consecuencias ㅡsu mirada era tranquila, incluso si irradiaba fuego de cada profundo orbeㅡ Ahora dime, ¿a quién se supone que quieres en serio? Aunque algo me dice que sé la respuesta.

      ㅡ Quiero mucho a Jungkook ㅡaseguró, consiguiendo alterar al lobo del contrario. El rubio supo controlarloㅡ pero, no de esa forma.

      ㅡ Entonces dícelo, termina las cosas bien. Te estoy dando la oportunidad de hacerlo, sin terminar en que él te odie o peor. Digo... Lo conoces, ¿cierto? ㅡpalmeó su hombro, tensando al betaㅡ Te estaré vigilando, no me obligues a usar otros métodos.

       Caminó de regreso a su coche, respirando hondo para evitar que su lobo explotara en cólera. Entró al copiloto, asfixiando el volante entre sus manos.

       ㅡ ¿Estás...bien? ㅡquiso saber el omega, preocupado de sentir molestia en el rubio.

       Taehyung no respondió.

        ㅡ Hey, no sé qué pasó pero... ㅡDaniel colocó una suave mano encima de la suya, intentando relajarlo con su propio aroma.

Esencia de guirnaldas inundó el coche, trayéndole recuerdos gratos a Taehyung. Su mente viajando inmediatamente a Hawaii; mar violeta y Jungkook bailando frente la fogata. Su lobo pareció apaciguarse, sonrió apenas.

       ㅡ Gracias ㅡmurmuró, encendiendo el coche, para llegar finalmente a la mansión.

Miles de documentos esperaban por él en su despacho; no dudó en iniciar labor, para terminar temprano y poder ir a descansar. Las horas transcurrían más rápido que los papeles entre sus dedos, eran las 5 pm cuando un dolor de cabeza consiguió dificultarle tan afanada labor.

       Él no padecía de jaquecas, ¿algo malo habría sucedido?

        Prefirió no pensar en ello.

        Arrastrándose hasta las nueve con treinta y cinco de la noche, consiguió terminar su trabajo. Apenas despidiéndose de sus padres, y del omega que se quedaría ahí hasta nuevo aviso, montó su auto de regreso a casa.

         Las guirnaldas aún aromatizaban su querido y bien cuidado coche, sintiéndose apenas tranquilo entre esa aura hawaiana.

       Pasada la medianoche, arribó en el pulcro hogar; sufrió mentalmente, cuando un profundo aroma amargo a vainilla, le golpeó directo en el rostro.

        ¿Ahora qué? ¿Habrían terminado?

        Jungkook estaba sentado en el sofá cuando entró, apenas siendo consciente de su presencia. Tenía la mirada pérdida en el televisor apagado; las mejillas manchadas de lágrimas secas, sus hermosos orbes azules opacos y rojizos. Estuvo llorando.

         ㅡ Es tu culpa ㅡmurmuró entonces, ganándose una mirada confundida.

         ㅡ ¿Eh?

         ㅡ ¡Por tu maldita culpa Seungmin terminó conmigo! ㅡpareció activarse, lanzando un cojín directo al rostro del rubio. Dispuesto a lastimar.

         ㅡ ¿De qué demonios estás hablando ahora? ㅡesquivó el misil, sintiendo su lobo tan desorientado como él.

         ㅡ Seungmin vino en la tarde, diciendo que había hablado contigo ㅡinicia, dedicándole al alfa furiosos orbes ardiendo en violetaㅡ Dijo que debíamos terminar; ya no sentía lo mismo, pero sé que mentía. Estaba asustado y me pidió decirte que lo había hecho. ¡No soy idiota, sé que tú se lo ordenaste! ㅡotro cojín más voló en el aire, está vez siendo tomado por Taehyung.

Amour PlastiqueWhere stories live. Discover now