-¡Ohh! Antes de que se me olvide, tu hermano llamó mientra tú estabas en el gimnasio y dice que vendrá a visitarnos hoy- ¡Noooo! ¿Por qué tiene que venir el australopithecus que tengo como hermano? Asiento de mala gana y subo a mi cuarto a lavarme los dientes. Sinceramente, detesto la idea de tener a mi hermano en la casa. Se supone que estas semanas son mis mini vacaciones de mi obstinada familia. No me mal entienda, Apolo es mi hermano y a pesar de que es un tarado lo quiero, pero no hay amor tan grande que tape tremenda idiotez.

Llego a mi habitación y me lavó los dientes. No sé a qué hora llegará Apolo por lo que decido escuchar música y releer uno de los libros de Cassandra Clare. Las horas pasan y siento como mis párpados se van cerrando hasta quedar totalmente fundida en un sueño.

Sueño de Nyx

Veo mis alrededores y me doy cuenta de que estoy en Du Mort en el ring de boxeo. Miro mi atuendo y me quedo sorprendida-Yo no me pondría esto-Pienso en mis adentros-. Llevo un vestido azul oscuro muy corto, pegado con un escote en v, mangas largas con transparencias y unos tacones.

Siento una presencia por lo que escaneo el cuarto con los ojos. Veo una sombra acercarse a mí hasta revelar a esos ojos verdes que persiguen mis pensamientos. Volkov tenía puesto un short negro de deporte, unas zapatillas y un tank top. Se veía como un Dios griego.

Camina hacia donde estoy parada mirando mi cuerpo con ¿deseo? Cuando está frente mío me toma por las caderas y me pega a su cuerpo. Su mirada va de mis ojos hasta mis labios y yo no puedo evitar que mi corazón y respiración vayan a mil por hora. Mis ojos observan sus labios carnosos y me acerco para sentirlos con mi boca. Volkov hace lo mismo. El espacio entre nosotro es casi inexistente y .....¡Nyx!.

Me despierto del sueño y me encuentro con un idiota al que conozco frente a mí.

-¿No vas a saludar a tu hermano?-Me pregunta Apolo con los brazos extendidos.

-¿No deberías estar en tu cueva aprendiendo a contar del uno al diez?-Le respondo y me rio.

Mi hermano me mira con mala cara y me dice -No seas grocera y ven a darme un abrazo- Yo me levanto y cumplo su petición.

-Te quiero presentar a alguien- Me dice él soltándose del abrazo-Por cierto, ¿Quién es Volkov?-Pregunta él a lo que yo me pongo nerviosa y respondo-Nadie, tranquilo- Él asiente y sale de mi habitación.

Suelto un suspiro y me relajo. Si mi hermano se enterase de quién es Volkov y cómo lo conocí, mis padres me mandan a un convento y ya no vuelvo a ver la luz del día en mi vida. Me río ante este pensamiento y luego recuerdo lo que estaba soñando. -¡Por Dios Nyx! ¿Qué me pasa?-Me pregunto a mí misma. Yo no soy de la clase de chicas que duermen pensando en el formado cuerpo de un chico o de sus labios carnosos o de esa sonrisa matadora....¡Dios! Tengo que enfocarme y volver a mi realidad. Sacudo mi cabeza tratando de sacar estos pensamientos de mi mente y procedo a bajar a la sala.

Al llegar a la habitación, me encuentro con mi hermano encima de una chica que tiene la palabra "perra" escrita en la frente. Sinceramente, parecían perros en celo.

-Apolo ¿Por qué no te buscas un cuarto?-Le pregunto. Al escucharme, el par se detiene y se arreglan un poco.

-Nyx, no te ví entrar-Me dice mi hermano.

-Sí, estabas muy ocupado-Le digo.

-Bueno, te quiero presentar Rachel, mi...¿algo?-Me dice él con un tono de duda. Rachel se me acerca y me planta un beso en cada mejilla.

-Hola cariño, vamos a ser mejores amigas-Me saluda ella con una sonrisa más falsa que su cuerpo, el cual se ve más operado que la palabra. Se nota que es otra chica de las muchas que a traído mi hermano que no solo está interesada en el cabello rubio, ojos cafés y metro ochenta de Apolo, si no también en su billetera. Lo bueno es que Apolo solo las ve como un heche, nada más.

Mi Caos RusoWhere stories live. Discover now