Trilogía || BSD

12. Dejame decirte...

Atsushi dormía en la habitación, no sabía nada sobre lo sucedido con Akutagawa pero era cierto que ahora había otro problema, Dazai estaba despierto y Chuuya avergonzado por dejarlo con más vendas de las que comúnmente usaba – Chuuya – le llamo el castaño, el pelirrojo simplemente se limitó a ignorarlo, estaba acomodando los vasos de vidrio en la alacena con su habilidad. Dazai le fastidio aquello, así estiro su mano y lo toco haciendo que los vasos cayeran y se rompieran

― Maldición Dazai

― No debes jugar con vidrio – menciono molesto

― Tu no juegues conmigo

― No estoy jugando, quiero hablar

― No hay nada de qué hablar

― Patrañas

El menor simplemente se levantó y fue al encontró del mayor, Chuuya a principio se preocupó por los vidrios y los pies de Dazai pero el menor le vino valiendo una hectárea de verga eso, Dazai llego hasta el pelirrojo y tomo su muñeca – Chuuya, quiero hablarte

― No tenemos nada de qué hablar

Dazai tomo el collar de Chuuya sorprendiéndolo en el acto – si es así, quítatelo – dijo molesto Dazai

― Deja mi collar

― Collar que demuestra que eres mío

― No es nada de eso, simplemente me gusta cómo se me ve

― Oh por favor Chuuya – expreso realmente molesto

― ¡bien! Me lo quitaré

Chuuya pasó sus manos a su nuca, estaba nervioso, no se había quitado aquel collar en mucho tiempo, años. Trago saliva, sus brazos temblaban, Dazai le miro, el rostro de Chuuya era afligido y sus lágrimas comenzaban a salir – Tampoco quiero que te lo quites – pidió haciendo que el mayor lo mirará – quédatelo, por siempre, arreglaremos esto

― Osamu...

― Pero primero ayúdame con los vidrios en mis pies, duele mucho – expreso ya sin poder aguantar el ambiente

― ¡Pendejo!

Chuuya llevo a Dazai al mueble, allí, Dazai se recostó, Chuuya tomo los pies del castaño, no hace falta decir que el motivo por el cual Dazai no soportaba los vidrios era porque estaba descalzado. Chuuya limpio sus pies, sangraban, y Dazai se quejaba del dolor, el pelirrojo lo miraba de reojo hasta terminar su hazaña – Dazai

― No hables – pidió – déjame decirte que eres el más bajo de todos, el pequeño, enano y de más grande mal temperamento que he conocido, o sea, Kunikida-kun también es así de enojón pero su altura lo compensa y aaaaaah aaay – se quejó pues Chuuya estaba presionando una de sus heridas – lo siento, lo siento déjame terminar – pidió adolorido. Chuuya lo soltó. – como decía, eres un idiota. El mayor idiota de todos ¿ya sabes por qué? Por qué amas a un idiota mayor, o sea, soy un desperdicio, un salvaje y sin humanidad posible, el vivir es una tortura, la mayor tortura... pero lo es porque no te tengo a mi lado, hacer lo que hice.... Lo hice por protegerte, no quería que nada te pasará, ahora comprendo que las cosas pudieron llevarse de una mejor forma, no me arrepiento, no puedo arreglarlo, los viajes en el tiempo no existen... - miro a Chuuya serio – pero, puedo compensarlo, si tú me dejas... solo me queda, pedirte... - trago saliva – un sin...cero... pe-perdón

Chuuya lo miro serio y sin poder aguantarlo por mucho tiempo comenzó a reír, no dejo de reír y hacer con ello enojar a Dazai - ¿Qué te sucede? – pregunto molesto Dazai